Siemens experimentó una demanda moderada en su negocio de automatización durante el segundo trimestre fiscal, pero pudo compensar casi por completo gracias a sus fortalezas en otros sectores. A pesar de los desafíos, la compañía confirmó su pronóstico anual, pero prevé un desafío para la división de Digital Industries, especialmente en China. Los ingresos del conglomerado tecnológico disminuyeron un uno por ciento a 19,2 mil millones de euros, y el resultado del negocio industrial bajó un dos por ciento a 2,5 mil millones de euros.
La dirección espera ahora una caída de ventas comparable en Industrias Digitales y prevé un crecimiento de las ventas para el año fiscal completo del cuatro al ocho por ciento, donde es probable que el aumento esté más cerca del extremo inferior del rango. Las ganancias cayeron un 38 por ciento a aproximadamente 2,2 mil millones de euros, influenciadas por un ajuste de valor en Siemens Energy en el trimestre del año anterior.
El director financiero Ralf Thomas y el director general Roland Busch señalan el aumento del cartera de pedidos, que alcanzó un valor récord de 114 mil millones de euros, y se muestran optimistas sobre la futura demanda en la automatización industrial y grandes contratos en el negocio de software. Siemens anticipa para el presente año fiscal un resultado por acción de 10,40 a 11,00 euros.
Siemens anuncia también la venta de su filial Innomotics a la firma de inversiones estadounidense KPS por 3.5 mil millones de euros, superando las expectativas de los analistas. Este paso es parte de la optimización estratégica de cartera de Siemens, que busca concentrarse en áreas centrales rentables.
La cotización de las acciones de Siemens experimentó una corrección tras alcanzar un máximo histórico y cayó un 5,09 por ciento en la negociación de XETRA. Analistas como Gael de-Bray de Deutsche Bank y Mark Fielding de RBC calificaron los resultados como "moderados" y señalaron la decepcionante evolución de las ganancias, especialmente en la división de Digital Industries.