El Senado de EE.UU. aprueba una ley innovadora para las stablecoins.

El Senado de los EE. UU. ha aprobado una ley significativa que, por primera vez, establece un marco regulador para las llamadas stablecoins, criptomonedas vinculadas al dólar estadounidense. La denominada Ley GENIUS recibió un amplio apoyo de ambos lados del espectro político y representa un avance considerable para la industria de los activos digitales. La ley fue aprobada con 68 votos a favor y 30 en contra. Ahora es el turno de la Cámara de Representantes de aprobar su versión de la ley antes de que se presente al presidente Donald Trump para su firma. Andrew Olmem, socio gerente en Mayer Brown y ex subdirector del Consejo Económico Nacional, calificó esto como un "hito significativo" y destacó que establece por primera vez un sistema regulador para las stablecoins, lo cual es de importancia central para el sector financiero de rápido crecimiento. Las stablecoins pretenden atraer a sus usuarios con un valor fijo de 1:1 respecto al dólar y son utilizadas cada vez más por los comerciantes de criptomonedas para transferencias entre diferentes tokens. Si la ley entra en vigor, los emisores de stablecoins deberán respaldar sus tokens con activos líquidos y divulgar la composición de sus reservas mensualmente. Los defensores de la industria de criptomonedas han estado pidiendo durante mucho tiempo un marco legal claro para apoyar la difusión de las stablecoins. El año pasado, la industria invirtió más de 119 millones de dólares para apoyar a candidatos pro-cripto en las elecciones al Congreso. El presidente Trump planea una reforma integral de la política de criptomonedas de EE. UU. y espera que se apruebe la ley de stablecoins antes de que termine agosto. A pesar de las tensiones sobre las iniciativas personales de cripto de Trump, incluido un proyecto propio de meme-coin llamado $TRUMP, la Casa Blanca ha declarado que no existen conflictos de interés. Algunos demócratas, incluida Elizabeth Warren, expresaron su preocupación de que la ley no protege adecuadamente contra grandes empresas tecnológicas que podrían emitir sus propias stablecoins, y solicitaron medidas más estrictas contra el lavado de dinero. La ley enfrenta ahora posibles cambios en la Cámara de Representantes, donde la Conferencia de Supervisores Bancarios Estatales exige más ajustes para mitigar los riesgos para la estabilidad financiera.