OpenAI pondrá en marcha su propio chip de IA por primera vez el próximo año. El proyecto, diseñado conjuntamente con el gigante estadounidense de semiconductores Broadcom, marca una ruptura significativa: el desarrollador de ChatGPT sigue el camino de Google, Amazon y Meta, que ya utilizan chips especializados para manejar sus cargas de trabajo de IA.

El CEO de Broadcom, Hock Tan, habló el jueves de un "nuevo gran cliente" que se ha comprometido a pedidos por un valor de 10 mil millones de dólares. Personas con conocimiento del proyecto confirmaron que se trata de OpenAI. El próximo año se entregarán los primeros chips, no para clientes externos, sino para las necesidades internas de la empresa.

La decisión muestra la presión estratégica a la que está sometida OpenAI. El director ejecutivo Sam Altman había señalado varias veces recientemente la inmensa necesidad de capacidad de cálculo, provocada por la alta demanda de GPT-5 y otros modelos. La capacidad de computación se duplicará en los próximos cinco meses. Hasta ahora, OpenAI ha sido un gran comprador de hardware de Nvidia, contribuyendo significativamente al ascenso del especialista en GPU.

Para Broadcom se abre un impulso adicional de crecimiento con el pedido. La empresa se ha beneficiado durante años de la tendencia hacia chips personalizados, denominados "XPUs". Estos se consideran una alternativa a las GPU clásicas de Nvidia o AMD y están ganando rápidamente cuota de mercado. El anuncio hizo que las acciones de Broadcom aumentaran un 4,5 por ciento tras el cierre; en total, han subido más del 30 por ciento desde el comienzo del año.

Se espera que la división de chips personalizados de Broadcom crezca a un ritmo más rápido que el negocio de GPUs de Nvidia a partir de 2026. Con OpenAI como socio, la compañía probablemente consolidará su posición en un mercado cuya dinámica está en gran medida determinada por la carrera por la potencia de cómputo de IA.