BASF quiere aumentar su rentabilidad mediante ahorros de costos y la venta de divisiones no esenciales. La empresa química espera un ligero crecimiento en el resultado operativo para 2025, mientras que la débil demanda en China y Europa sigue siendo un desafío.

La empresa planea examinar opciones estratégicas para su negocio de pinturas restante antes de junio, tras haber vendido ya su división brasileña a Sherwin-Williams. Además, el área agrícola se preparará para una oferta pública inicial para 2027, siendo el tamaño final de la IPO dependiente de las condiciones del mercado, según el director financiero Dirk Elvermann.

Para 2025, BASF prevé un EBITDA ajustado de entre 8,0 y 8,4 mil millones de euros, un ligero aumento respecto a los 7,86 mil millones de euros del año anterior. Aunque se espera que la mayoría de las áreas de negocio contribuyan al aumento de resultados, se prevé que el negocio químico siga bajo presión. El director general Markus Kamieth resaltó que las mejoras esperadas deben lograrse principalmente a través de medidas internas: "Consideramos que nuestra previsión es realista, pero también refleja las incertidumbres existentes.

Los anunciados recortes de costos de 2.100 millones de euros anuales hasta 2026 avanzan según lo planeado. Hasta finales de 2024 ya se han ahorrado 1.000 millones de euros, y para 2025 se prevén otros 1.500 millones de euros. Al mismo tiempo, la construcción de un gran complejo de producción en China afecta los resultados con 400 millones de euros.

BASF continúa con su disciplina financiera y reduce el dividendo para 2024 a 2,25 euros por acción, una disminución notable en comparación con los 3,40 euros del año anterior. Esto marca el fin de la estrategia anterior de incrementar continuamente las distribuciones. Se espera que el flujo de caja libre sea de 400 a 800 millones de euros, después de que en 2024 fuera de 748 millones de euros, muy por debajo de los 2.700 millones de euros del año anterior.

Los ingresos cayeron en todo el año un 5,2 por ciento a 65,26 mil millones de euros, afectados por la presión de precios y efectos de divisas. Sin embargo, el beneficio neto aumentó a 1,3 mil millones de euros, impulsado por la venta de la participación de Wintershall Dea a Harbour Energy.

Los inversores reaccionaron positivamente a la reorientación estratégica. La acción de BASF subió un 1,8 por ciento el viernes al mediodía.