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Los conglomerados de lujo desafían la tendencia hacia el desmembramiento, pero ¿por cuánto tiempo más?
Los conglomerados de lujo desafían la tendencia de desinversión, pero no todas las divisiones encajan en la rentable cartera de alta gama.

Mientras los conglomerados industriales como Honeywell y BP, así como los fabricantes de bienes de consumo como Unilever y Reckitt, escinden partes de sus empresas para volverse más ágiles, los gigantes del lujo mantienen sus amplios portafolios. El mercado de las marcas de alta gama sigue siendo uno de los últimos bastiones del conglomerado.
LVMH une bajo el liderazgo de Bernard Arnault a Louis Vuitton, Dior, Céline, Bulgari y Tiffany, mientras que Kering controla Gucci, Saint Laurent y Bottega Veneta bajo François Pinault. Moncler ha adquirido recientemente Stone Island, y los informes sobre el interés de Prada en Versace alimentan especulaciones sobre un nuevo imperio del lujo italiano.
Die Vorteile der Größe liegen nicht immer auf der Hand, bleiben aber essenziell. Ein Luxuskonzern kann beispielsweise in einem neuen Einkaufszentrum bessere Konditionen für seine kleineren Marken aushandeln, indem er Zugpferde wie Louis Vuitton oder Gucci ins Spiel bringt. Ähnlich verhält es sich mit Werbekosten: Konglomerate erzielen bessere Tarife durch ihre Verhandlungsmacht.
También para los diseñadores, un conglomerado ofrece ventajas. Quienes demuestran su valía en una marca, a menudo ascienden internamente, como en la continua especulación sobre un posible cambio de Jonathan Anderson de Loewe a Dior. Además, las empresas de lujo son cada vez más inversores cuando se trata de ubicaciones comerciales de primera categoría. Mientras que grupos más pequeños como Prada intentan conquistar calles comerciales centrales, a un conglomerado de 320 mil millones de euros como LVMH le resulta más fácil asegurar propiedades en Bond Street o en la Avenue Montaigne.
Sin embargo, no todos los sectores de un conglomerado encajan perfectamente en el panorama general. En 2024, la división de vinos y licores de LVMH solo contribuyó con el 7 por ciento a las ganancias operativas, una caída significativa del alrededor del 40 por ciento a fines de la década de 1990. Además, Sephora y DFS, que pertenecen al grupo, operan con márgenes más bajos que las marcas principales.
La escisión de tales áreas marginales podría no hacer que el precio de las acciones aumente significativamente. Sin embargo, las ventajas de una estructura enfocada son evidentes: simplicidad, decisiones más rápidas y un uso más dirigido de la gestión. Las marcas de lujo pueden atreverse con combinaciones creativas, pero no todas las mezclas funcionan.