Apple intensifica su resistencia contra el gobierno británico y demanda ante el Tribunal de Poderes de Investigación para anular una orden de debilitamiento de la encriptación de sus servicios de iCloud. Las autoridades británicas exigen al gigante estadounidense una llamada puerta trasera, que permitiría a las autoridades de seguridad acceder a los datos de los usuarios encriptados.
La demanda marca la primera vez que las disposiciones de la Ley de Poderes de Investigación de 2016 son revisadas por un tribunal en cuanto a su legalidad. El tribunal decidirá si la orden británica es legal y, en caso de duda, la declarará nula. Una audiencia podría tener lugar este mismo mes, aunque no está claro si será pública. El gobierno probablemente alegará razones de seguridad nacional para mantener la confidencialidad.
El trasfondo de la disputa es una llamada Technical Capability Notice (TCN) que Apple recibió en enero. La orden va dirigida contra la Protección Avanzada de Datos (ADP) opcional, una encriptación de iCloud especialmente segura que Apple había introducido en 2022. Para no tener que ceder a las exigencias británicas, la empresa retiró el servicio del país ya en febrero.
Sin embargo, incluso después de la retirada, el gobierno británico no ve a Apple en cumplimiento total. La TCN también podría obligar a Apple a proporcionar a las autoridades datos de usuarios fuera del Reino Unido.
La demanda británica ha provocado duras críticas en EE.UU. El presidente Donald Trump comparó el proceder con la práctica de vigilancia china. La coordinadora de inteligencia de EE.UU., Tulsi Gabbard, calificó el acceso a datos estadounidenses como una "flagrante violación de la privacidad" y advirtió sobre una ruptura del acuerdo bilateral de protección de datos entre EE.UU. y Reino Unido.
El gobierno británico defiende su posición. Un portavoz del Ministerio del Interior explicó que no se podían comentar detalles operativos, pero enfatizó que es la postura a largo plazo del país "proteger a los ciudadanos de los crímenes más graves como el terrorismo y el abuso infantil, sin perder de vista la protección de datos".
También el ministro de Seguridad británico Dan Jarvis rechazó las críticas: "La idea de que la privacidad y la seguridad están en contradicción es incorrecta. Podemos y debemos garantizar ambas cosas". La Ley de Poderes de Investigación contiene estrictas salvaguardas y control judicial para asegurar que los datos solo se soliciten en casos absolutamente excepcionales.
Apple no se pronunció directamente sobre la demanda, pero reafirmó su posición del mes pasado: "Nunca hemos creado una puerta trasera o una clave maestra para nuestros productos o servicios, y nunca lo haremos".
Entretanto, los críticos cuestionan la eficacia de las órdenes TCN. Un ex alto funcionario de seguridad calificó el sistema de "no probado y probablemente impracticable". Argumentó que una orden secreta contra una corporación tecnológica global como Apple sería difícil de hacer cumplir sin hacerse pública.