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Adidas advierte sobre aranceles estadounidenses: la fuerte demanda de zapatos retro solo puede compensar parcialmente la carga
Adidas desafía la competencia de Nike con tendencias retro, pero los aranceles de EE. UU. afectan los márgenes y frenan más revisiones al alza de las previsiones.

Adidas espera costos adicionales de aduana de hasta 200 millones de euros para el segundo semestre. La razón son los aranceles de importación del gobierno de EE. UU. bajo el presidente Donald Trump, que afectan a importantes centros de producción como Vietnam e Indonesia. Estos países representan juntos más de la mitad de la producción de Adidas para el mercado estadounidense. Para Vietnam, la tarifa aduanera aumentó en 20 puntos porcentuales y para Indonesia en 19 puntos porcentuales.
El director ejecutivo Bjørn Gulden explicó que los aranceles ya habían costado "decenas de millones de euros" en el segundo trimestre. Se quiere concentrar inicialmente los aumentos de precios en nuevos productos, ya que estos se pueden implementar con mayor facilidad. Los precios de venta existentes de modelos populares como Samba y Gazelle se mantendrán estables el mayor tiempo posible.
A pesar de estas cargas, las ventas en el segundo trimestre aumentaron un 2,2 % ajustadas por divisas, hasta casi 6 mil millones de euros. El beneficio operativo subió un 57,7 % hasta 546 millones de euros, respaldado por ajustes de precios y menores costos de flete y producto. La ropa, en particular, registró un aumento notable del 17 %. Las series de zapatillas retro siguen siendo motores clave de crecimiento, aunque la desaparición de la línea Yeezy sigue siendo perceptible.
En Europa, el aumento de las ventas fue más moderado, con un 4%. Gulden atribuyó esto a un "junio débil", que se vio afectado por altas temperaturas y la ausencia de efectos especiales como la UEFA Euro 2024. Sin embargo, la dinámica se aceleró nuevamente en julio.
A la luz de las incertidumbres geopolíticas, Adidas renuncia a elevar la previsión anual, aunque el negocio operativo fue fuerte al inicio del año. La compañía mantiene para todo el año su objetivo de un crecimiento de ingresos de un solo dígito alto y un beneficio operativo entre 1,7 y 1,8 mil millones de euros. Los analistas habían estimado recientemente alrededor de 2,1 mil millones de euros.
Sin embargo, los inversores reaccionaron decepcionados. La acción perdió temporalmente un 7,5% el miércoles y cotiza así más de un 20% por debajo del nivel del año anterior. La renuncia a una publicación anticipada de resultados, por primera vez en 18 meses, generó además incertidumbre en los mercados.