Mitten in den finalen Abstimmungen zum US-Steuer- und Ausgabenpaket verschärft sich der Konflikt zwischen Donald Trump und Elon Musk. In einem Post auf seiner Plattform Truth Social bezichtigte der ehemalige US-Präsident den Tesla- und SpaceX-Chef, in „historischem Ausmaß“ von staatlichen Subventionen zu profitieren – und forderte eine genaue Prüfung aller Unterstützungszahlungen. Die Folge: Teslas Aktie verlor am Dienstagmorgen über 6 Prozent, das SpaceX-nahe Investmentvehikel Destiny Tech 100 rutschte um 5,8 Prozent ab.

«Elon posiblemente reciba más subsidios que cualquier persona en la historia. Sin estos, probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica», escribió Trump. Insinuó que «Doge» – una agencia gubernamental para la eficiencia que Musk dirigió en su momento – ahora debería examinar precisamente el imperio empresarial de Musk: «¡¡¡GRAN CANTIDAD DE DINERO POR AHORRARSE!!!»

La ruptura de la relación antes cercana entre los dos hombres tiene consecuencias de gran alcance, tanto políticas como financieras. Hasta 2024, Musk era considerado un financiador clave de la campaña de regreso de Trump. Como gesto de agradecimiento, Trump le había asignado la dirección del "Departamento de Eficiencia Gubernamental", con el encargo de identificar y recortar billones en gastos estatales.

El tono entre los dos se ha endurecido notablemente en las últimas semanas. Después de que Musk abandonara la Casa Blanca en mayo, criticó varias veces el paquete fiscal impulsado por Trump como el "mayor generador de deudas de la historia". Además, amenazó públicamente con la fundación de un nuevo partido como contrapropuesta al establecido "bloque unitario Demócrata-Republicano".

En febrero, el Financial Times reveló que las seis empresas de Musk, incluidas Tesla, SpaceX, Neuralink y The Boring Company, se benefician de unos 20 mil millones de dólares en contratos gubernamentales. Tesla recibió más de 2,8 mil millones de dólares en subsidios directos desde su fundación. SpaceX, a su vez, es de facto el operador del programa espacial estadounidense y recibe contratos multimillonarios de la NASA, el Pentágono y otras agencias gubernamentales.

En una publicación posterior en X, Musk reaccionó con la frase: "¡DIGO LITERALMENTE: RECORTEN TODO!" Al mismo tiempo, dio un pequeño paso atrás: había lamentado algunas declaraciones que "habían ido demasiado lejos".

Doch der wirtschaftliche Schaden ist längst real. Die harsche Rhetorik hat Investoren aufgeschreckt – und rückt nun eine Kernfrage in den Fokus: Wie unabhängig können Unternehmen agieren, deren Geschäftsmodell massiv vom politischen Goodwill abhängt?