Esta semana comienza en Delaware un juicio inusual contra Meta, la empresa matriz de Facebook. En el centro está la acusación de que la junta directiva actuó como corresponsable de multas millonarias debido a violaciones de privacidad. Los testigos convocados incluyen al CEO Mark Zuckerberg, la ex-COO Sheryl Sandberg, así como la leyenda de los inversionistas Marc Andreessen. También están involucrados exmiembros de la junta como Jeff Zients, Peter Thiel y Reed Hastings.

Tres accionistas minoritarios acusan a la junta de Meta de ignorar sistemáticamente las normas de protección de datos de las autoridades reguladoras de EE. UU. durante años. La base es un acuerdo de 2012 con la Comisión Federal de Comercio (FTC), según el cual Facebook debería mejorar significativamente la protección de los datos de los usuarios. Los demandantes exigen una indemnización por un monto de cinco mil millones de dólares que Meta pagó a la FTC en 2019 como parte de un acuerdo.

Los accionistas afirman que la junta aprobó el acuerdo a favor de Zuckerberg para sacarlo personalmente de la línea de fuego. Además, se acusa al CEO de haber vendido acciones por valor de miles de millones de dólares con conocimiento de información no pública sobre las prácticas de datos de la empresa.

Meta rechaza rotundamente las acusaciones. La dirección no ha infringido las condiciones de 2012 ni por negligencia ni intencionadamente, según afirman en los escritos. Según la empresa, desde entonces existen controles de protección de datos exhaustivos. Sin embargo, Meta ya tuvo que enfrentar un revés: la acusación central de Caremark, que se basa en una supuesta vigilancia insuficiente por parte del consejo, no fue desestimada y ahora será llevada a juicio.

Der Fall ist deshalb bemerkenswert, weil Klagen dieser Art gegen Unternehmensvorstände in Delaware selten ein Prozessstadium erreichen. Meist werden sie im Vorfeld abgewiesen oder außergerichtlich beigelegt – wie etwa bei Boeing, wo der Vorstand 2021 nach dem 737-Max-Skandal 237,5 Millionen Dollar zahlte.

La jueza del proceso es la canciller Kathaleen McCormick, quien recientemente causó revuelo al anular la compensación de 55 mil millones de dólares de Elon Musk en Tesla. Esta decisión contribuyó al creciente escepticismo de las empresas tecnológicas hacia Delaware. Tan solo la semana pasada, el gigante de capital de riesgo Andreessen Horowitz anunció su intención de trasladar su sede de Delaware a Nevada.

Meta selbst hat solche Schritte ebenfalls geprüft, bislang aber nicht vollzogen. Unabhängig davon steht der Prozess für einen zunehmenden Trend: Aktionäre setzen verstärkt auf Unternehmensrecht, wenn Regulierungsbehörden als zu zahnlos wahrgenommen werden.