La minería de Australia en foco: las emisiones de metano como desafío y oportunidad

Las emisiones de metano de las minas de carbón de Australia han generado recientemente atención, ya que la Agencia Internacional de Energía (AIE) descubrió diferencias significativas entre sus cálculos y los datos del inventario nacional. Según la AIE, las emisiones son un 81 % superiores a las cifras oficiales, lo que equivale a aproximadamente 28 millones de toneladas de CO2 equivalente en el período 2020-2022. Se han implementado técnicas de modelado inverso en el inventario de gases de efecto invernadero de Australia para mejorar la calidad de los datos, un método que rara vez se utiliza a nivel mundial. Sin embargo, las diferencias en los datos no son un fenómeno exclusivamente australiano: las diferencias globales y locales en los informes sobre emisiones son comunes. De acuerdo con el Consejo de Minerales de Australia, el país lidera la presentación de informes obligatorios sobre las emisiones de las minas de carbón. Otros países exportadores importantes, como Canadá y Estados Unidos, no tienen la misma precisión. Los datos recientes del inventario muestran una disminución de las emisiones de metano del 1,7 % en comparación con el trimestre anterior, lo que se atribuye a una menor producción de carbón en minas subterráneas. Sin embargo, una disminución en la producción de carbón por sí sola no resolverá la problemática del metano. El cierre de minas no es suficiente, ya que las minas abandonadas pueden seguir liberando emisiones. Un informe de Ember Climate sugiere que centrándose en las minas, las emisiones anuales de metano podrían reducirse en un 18 % para 2030. Los enfoques innovadores para reducir el metano están ganando importancia. En Queensland, el metano de las vetas de carbón se convierte en electricidad, como parte de un proyecto de 15 años bajo el programa LEIP con Stanmore Resources. Mining3 y LETA están trabajando en la oxidación del metano de ventilación para reducir las emisiones en las minas, lo cual es particularmente relevante para aquellas con bajo contenido de metano. Los costos de las nuevas tecnologías siguen siendo un obstáculo para la reducción del CO2. A finales de septiembre, el gobierno australiano aprobó la extensión de tres proyectos de carbón, lo que prolonga la vida útil de estas minas hasta la década de 2060. Sin embargo, el metano ganará cada vez más importancia en las futuras aprobaciones. Los avances tecnológicos y las medidas regulatorias son cruciales para mitigar con éxito el metano en las minas de carbón australianas. La regulación de metano de la UE, que establece estándares estrictos para el sector del carbón, podría servir como modelo.