Tensión en el conflicto nuclear: Irán planea nueva planta de enriquecimiento de uranio

Irán ha anunciado que pondrá en funcionamiento una nueva planta de enriquecimiento de uranio. Esta reacción sigue a una reprimenda de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en relación con el programa nuclear iraní, lo que agrava aún más las tensiones con Estados Unidos e Israel. El anuncio se produce en un momento en que Irán está bajo creciente presión para cumplir con sus compromisos internacionales. La instalación se construirá en un lugar protegido y no revelado, según indicó la organización de energía atómica de Irán. Paralelamente, se mejorarán las tecnologías de enriquecimiento en la instalación existente en Fordow, ubicada en una montaña a 200 kilómetros al sur de Teherán. Otras medidas se anunciarán más adelante, explicó la organización. Este desarrollo podría generar sospechas adicionales sobre Irán por violar sus compromisos con la AIEA, ya que la información detallada sobre tales proyectos, según los requisitos, debe ser proporcionada por adelantado a los inspectores. Ya esta semana, la Junta de Gobernadores de la AIEA en Viena aprobó una resolución que consideraba a Irán en incumplimiento de sus obligaciones internacionales, con una posible remisión al Consejo de Seguridad de la ONU para la renovación de sanciones. Pero no solo en el ámbito diplomático, también a nivel regional, aumentan las tensiones. Estados Unidos ha retirado a algunos empleados de su embajada en Bagdad y ha permitido que las familias de personal militar abandonen la región. El presidente de EE.UU., Donald Trump, expresó un escepticismo creciente sobre las perspectivas de éxito de un nuevo acuerdo que prohíba a Irán operar ciertas instalaciones técnicas. Irán, por su parte, advirtió que podría atacar instalaciones militares estadounidenses en Medio Oriente si fracasaran las conversaciones. Los precios del petróleo reaccionaron a las crecientes tensiones con un aumento significativo antes de retroceder nuevamente. Las negociaciones entre Irán y la administración Trump están estancadas, especialmente por la cuestión de si Irán puede mantener el derecho al enriquecimiento de uranio. Mientras Estados Unidos e Israel rechazan vehementemente el acceso a esta tecnología, Irán insiste en mantener al menos parcialmente sus capacidades. Los analistas enfatizan que para lograr un acuerdo exhaustivo, Estados Unidos debe permitir que Irán mantenga una capacidad de enriquecimiento limitada. Irán ha hecho anteriormente ofertas para reducir su enriquecimiento a cambio del levantamiento de sanciones, después de que el país produjo recientemente un volumen récord de uranio enriquecido. La resolución de la AIEA, que otorga a Irán un plazo indefinido para aclarar sus diferencias con los inspectores, divide a la comunidad mundial. Mientras 19 miembros, liderados por Estados Unidos y naciones europeas, votaron a favor, once países se abstuvieron, mientras que China y Rusia votaron claramente en contra. Según la AIEA, hasta ahora no se ha podido determinar que el programa nuclear iraní tenga fines exclusivamente pacíficos. Aunque la resolución no busca socavar los esfuerzos diplomáticos, Alemania, Francia y el Reino Unido esperan que Irán aproveche esta última oportunidad para cooperar. Si no se resuelven las diferencias, podría convocarse una reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores de la AIEA en julio. El embajador ruso ante la AIEA advirtió que la aprobación de la resolución conlleva el riesgo de una escalada que podría tener consecuencias negativas tanto para la AIEA como para todo el Tratado de No Proliferación.