ExxonMobil, una de las mayores compañías petroleras del mundo, ha declarado en una previsión publicada el lunes que la demanda mundial de petróleo se mantendrá en gran medida sin cambios por encima de los 100 millones de barriles por día hasta 2050. Esta predicción contradice las expectativas de otros gigantes de la industria como BP y organizaciones como la Agencia Internacional de Energía (AIE), que ambos pronostican una disminución significativa en el consumo de petróleo.

Mientras BP prevé que el consumo mundial de petróleo caerá a 75 millones de barriles diarios para 2050, la AIE estima una reducción aún mayor a 54,8 millones de barriles diarios si los gobiernos logran cumplir sus objetivos climáticos a tiempo. ExxonMobil, por su parte, advierte que una disminución en las inversiones en combustibles fósiles podría llevar a un aumento drástico de los precios del petróleo, ya que la oferta no podría mantenerse al ritmo de la demanda.

El pronóstico de ExxonMobil llega en un momento en que el debate sobre el futuro de los combustibles fósiles se vuelve cada vez más polarizado. Por un lado están los grandes productores, que quieren defender sus mercados, y por otro lado, los científicos del clima y políticos, que advierten sobre los peligros de un mayor calentamiento global si no se toman medidas rápidas para reducir el consumo de combustibles fósiles.

A pesar de la continua fuerte demanda de petróleo y gas, Exxon espera que las emisiones de CO2 se reduzcan en un 25 por ciento para el año 2050. Esto se logrará mediante una mayor eficiencia energética y el uso de tecnologías como la captura de carbono y energías renovables. Sin embargo, esta reducción está muy por debajo de los objetivos del Acuerdo Climático de París de 2015.

La OPEP, el cartel de los países exportadores de petróleo, mantiene su pronóstico de que la demanda mundial de petróleo aumentará a 116 millones de barriles por día para 2045. ExxonMobil justifica su previsión argumentando que el petróleo y el gas seguirán siendo indispensables para la economía mundial, especialmente dado que el crecimiento de la población hasta 2050 llevará a un aumento del consumo global de energía del 15 por ciento.

ExxonMobil utiliza estas predicciones para diseñar sus planes de producción futuros, que se encuentran entre los más optimistas de la industria. Esto incluye expansiones de proyectos en el sector de petróleo de esquisto en Texas y proyectos offshore en Guyana. Los activistas ambientales critican fuertemente las predicciones de la empresa, considerándolas un intento desesperado por atraer a los inversores para que apoyen nuevas producciones de petróleo. "No hay un futuro a largo plazo y solo un riesgo significativo en la expansión de la producción de petróleo", dice Hannah Saggau de la organización ambiental Stand.earth.

La previsión de ExxonMobil marca un claro contrapunto a los esfuerzos globales por avanzar en la transición hacia un futuro energético más sostenible. Los próximos años demostrarán si se impondrá el escenario de la empresa o las predicciones de los defensores de la transición energética.