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Goldman regresa: Wall Street descubre los SPACs como instrumento lucrativo de regreso
Die Rückkehr von Goldman Sachs zu den SPACs zeigt, wie dynamisch Wall Street Reputationsrisiken im Lichte politischer Trends bewertet.

Tres años después de la salida abrupta, Goldman Sachs vuelve al negocio de las compañías de adquisición con propósito especial (SPAC), un cambio notable que señala una nueva disposición al riesgo. Según Bloomberg, el banco de inversión estadounidense planea nuevamente acompañar transacciones SPAC seleccionadas, aunque con criterios de selección más estrictos para socios y acuerdos. El paso podría tener un efecto de señal: donde va Goldman, generalmente sigue el resto de Wall Street.
Hasta hace poco, los SPAC se consideraban tóxicos: bajo presión regulatoria, dañados reputacionalmente y económicamente decepcionantes. Después de un colapso catastrófico en la actividad de emisión en 2022, el vehículo se consideraba quemado. Pero con un volumen de emisiones hasta ahora de alrededor de 11 mil millones de dólares en lo que va del año, en comparación con solo 2 mil millones el año anterior, el mercado de SPAC está experimentando un resurgimiento silencioso.
El motor es multifacético. Por un lado, los SPACs ofrecen oportunidades atractivas en un entorno donde las OPI clásicas sufren bajo condiciones de mercado mixtas. Por otro lado, sirven a los fondos de cobertura como aparcadero de efectivo a corto plazo con altos intereses. El atractivo: La posibilidad de realizar acuerdos con un horizonte temporal fijo y potencialmente altas comisiones, a pesar de las todavía altas tasas de rescate por parte de los inversionistas.
La regulación se ha desplazado en paralelo. La SEC de EE.UU. aclaró en 2024 que los suscriptores de SPAC no son responsables de declaraciones falsas en los prospectos de fusión, eliminando así un obstáculo clave para los grandes bancos. Políticamente, el clima también ha cambiado: bajo la administración actual de EE.UU. se está produciendo una desregulación del mercado de capitales, acompañada por éxitos prominentes de SPAC como la cotización en Nasdaq de Trump Media bajo el ticker DJT.
Die Dynamik erinnert an die Entwicklung im Kryptosektor: JPMorgan-Chef Jamie Dimon hatte Bitcoin einst als „Betrug“ bezeichnet – heute begleitet die Bank Emissionen von Blockchain-Unternehmen. Auch bei SPACs gilt nun: Was einst als Reputationsrisiko galt, wird heute neu bewertet – als variable Kostenstelle.
Los oportunistas tienen ventaja: bancos de inversión como Cantor Fitzgerald ahora no solo patrocinan SPACs, sino que también los llevan al mercado. Las barreras de entrada están disminuyendo, el reingreso colectivo reduce el riesgo reputacional individual. Cuantos más actores se involucren, más difusa será la crítica potencial, un efecto que impulsa aún más el movimiento de manada.
Goldmans Wiedereinstieg steht exemplarisch für ein zentrales Prinzip moderner Finanzmärkte: Reputationsrisiken sind nicht absolut, sondern eine Funktion aus politischer Großwetterlage, regulatorischem Druck und Renditepotenzial. Hoy prevalece la perspectiva de comisiones. ¿Por cuánto tiempo, sigue siendo incierto?