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El jefe de Iberdrola advierte sobre el aumento de los precios de la electricidad debido a la salida nuclear de España.
Iberdrola advierte sobre el aumento de los precios de la electricidad debido a la eliminación de la energía nuclear en España, pero el gobierno mantiene sus planes.

La prevista salida de la energía nuclear en España podría aumentar los precios de la electricidad en más del 25 por ciento. Ignacio Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, instó al gobierno en Madrid a no cometer el mismo error que Alemania y a optar por una política energética "pragmática".
En una entrevista con el Financial Times, Galán afirmó que la eliminación de las siete centrales nucleares activas en España haría que el suministro eléctrico fuera menos confiable y aumentaría significativamente los precios para los consumidores. Un análisis de Iberdrola reveló que el cierre de los reactores podría resultar en un aumento del precio mayorista de aproximadamente 37 euros por megavatio-hora. Esto encarecería hasta un 23 por ciento para los hogares y las pequeñas empresas, mientras que la industria enfrentaría costos de electricidad hasta un 35 por ciento más altos.
Varios países, incluidos Estados Unidos, Bélgica y Japón, han comenzado a extender la vida útil de sus centrales nucleares o a reactivar instalaciones cerradas ante el aumento de los precios de la energía y las preocupaciones de seguridad. La Agencia Internacional de Energía (AIE) también ha revisado al alza sus pronósticos sobre el consumo mundial de electricidad y espera una demanda un seis por ciento mayor para 2035 en comparación con lo que se preveía hace un año.
Alemania también podría enfrentar un cambio de pensamiento. Friedrich Merz y su CDU, que recientemente ganaron las elecciones federales, han anunciado que examinarán la posibilidad de reactivar las plantas nucleares cerradas en 2023. Sin embargo, los operadores, entre ellos RWE, se muestran escépticos. "Técnicamente, muchas cosas son posibles, pero la cuestión es si el esfuerzo vale la pena", declaró el jefe de RWE, Markus Krebber.
España se mantiene como uno de los pocos países con su plan de salida. Las primeras desconexiones comenzarán en 2027 con el reactor de Almaraz. Originalmente, los operadores Iberdrola, Naturgy y Endesa acordaron el plan de cierre escalonado en 2019, cuando fueron presionados por el gobierno socialista.
Sin embargo, las voces a favor de una reevaluación están aumentando. Tanto Iberdrola como Endesa se han pronunciado públicamente a favor de una extensión de la vida útil. Galán destacó que un cierre no solo podría aumentar los precios, sino también poner en peligro la estabilidad de la red. La probabilidad de apagones aumentaría debido a la creciente dependencia de las energías renovables.
Sin embargo, el gobierno español no se muestra impresionado. Argumentan que las plantas nucleares ya no son económicamente rentables y que las energías renovables producirían electricidad de manera mucho más rentable. La ministra de Energía, Sara Aagesen, declaró recientemente que "no hay una solicitud formal de las empresas para reconsiderar la salida nuclear".
El grupo de presión Foro Nuclear exige al gobierno retirar primero las órdenes ministeriales de cierre de dos reactores en Almaraz. Al mismo tiempo, España sigue siendo uno de los principales lugares a nivel mundial para la energía eólica y solar y pretende alcanzar un 81 por ciento de energías renovables en la generación de electricidad para 2030.