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El bloqueo de pedidos de Pekín para Boeing golpea el corazón de la industria estadounidense

China bloquea nuevos pedidos de Boeing y amenaza con retrasos en las entregas: el fabricante de aviones estadounidense sigue bajo presión.

Eulerpool News 17 abr 2025, 10:33

Boeing enfrenta un revés significativo en su mercado extranjero más importante: Según fuentes internas, las autoridades chinas han prohibido a las aerolíneas nacionales realizar nuevos pedidos al fabricante de aviones estadounidense. Incluso las aeronaves ya ordenadas sólo podrán entregarse con autorización a partir de ahora, una señal política con peso económico.

El momento difícilmente podría ser más inoportuno. Boeing había registrado una salida de efectivo de 14 mil millones de dólares en 2023 y estaba decidida a volver a tener un flujo de caja positivo en 2024. Pero el conflicto arancelario en escalada, que el gobierno de Trump vende como una estrategia de reindustrialización, ahora afecta duramente a uno de los últimos campeones de la exportación de alta tecnología de EE.UU.

Si bien Boeing entregó 130 aviones en todo el mundo en el primer trimestre, 18 de ellos a clientes chinos, de cara a los próximos meses no está claro si la línea de suministro se mantendrá intacta. El peligro: incluso con pedidos existentes, las aerolíneas chinas podrían retrasar entregas para eludir aranceles. Según cálculos de Bernstein Research, una interrupción en las entregas solo este año abriría un agujero de 1,2 mil millones de dólares en el balance de Boeing. El año pasado, la compañía alcanzó una facturación de 67 mil millones de dólares.

La competencia ya huele aire fresco por la mañana. Airbus opera dos líneas de ensamblaje final en China y ya se beneficia del creciente alejamiento de las aerolíneas chinas de los productos estadounidenses. Boeing, en cambio, solo mantiene allí un Centro de Finalización. Si la tendencia se consolida, Airbus podría expandir aún más su dominio en el mercado chino, especialmente porque el proyecto emblemático de Pekín, el Comac C919, aunque ambicioso, aún no es competitivo a nivel global.

Además, la cadena de suministro ya estresada de Boeing está bajo nueva presión. La empresa depende de una red de pequeños proveedores con márgenes ajustados; muchos de ellos luchan con el aumento de los costos de materiales y la escasez de personal cualificado. La interrupción de décadas de condiciones comerciales libres de aranceles entre Estados Unidos y China pone el sistema en peligro.

La incertidumbre también se extiende a otros mercados. El jefe de Ryanair, Michael O'Leary, anunció que las 25 aeronaves Boeing 737, esperadas para agosto, podrían no recibirse hasta la próxima primavera. Al mismo tiempo, los consumidores en EE. UU. están reduciendo sus planes de viaje debido a los altos precios y a los crecientes temores de recesión, lo cual no es un buen entorno para adquisiciones multimillonarias como aviones de pasajeros.

A pesar de una cartera de pedidos de más de 5.500 aeronaves que mantendrá la producción de Boeing ocupada hasta bien entrada la próxima década, la creciente presión geopolítica podría llevar a una erosión gradual de la demanda global. Especialmente si Washington obliga cada vez más a sus socios comerciales a elegir económicamente entre EE. UU. y China.

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