El gobierno británico reemplaza al regulador del agua Ofwat con una nueva autoridad reguladora, tras una investigación independiente que reveló fallos significativos en el control de la industria. La reforma pretende propiciar un cambio fundamental en respuesta al descontento público por la contaminación ambiental, el aumento de los precios del agua y los altos salarios de los directivos.

Der Bericht des ehemaligen Vizegouverneurs der Bank of England, Sir Jon Cunliffe, empfiehlt die Gründung einer einheitlichen Wasseraufsicht für England. Diese neue Behörde soll Ofwat, die Drinking Water Inspectorate sowie wasserbezogene Aufgaben der Environment Agency und von Natural England ersetzen. In Wales sollen die wirtschaftlichen Regulierungsaufgaben künftig in Natural Resources Wales integriert werden.

El lunes, durante un discurso en Londres, el Ministro de Medio Ambiente Steve Reed anunció la pronta presentación de una ley: "Este gobierno laborista eliminará a Ofwat". Sin embargo, hasta la creación de su sucesor, Ofwat permanecerá en funciones.

Cunliffe hizo una comparación histórica con la crisis del "Gran Hedor" de 1858, que desencadenó la construcción de un sistema moderno de alcantarillado en Londres. "Debemos considerar todos los factores que han llevado a nuestro 'Gran Hedor' actual", dijo Cunliffe. La investigación contiene 88 recomendaciones, pero excluye expresamente la nacionalización.

Particularmente alarmante: el número de infracciones ambientales graves por parte de las empresas de agua aumentó un 60 por ciento el año pasado. Al mismo tiempo, el líder del sector, Thames Water, está al borde de la insolvencia debido a su enorme montaña de deudas.

El informe critica un "entorno regulatorio fragmentado y superpuesto" que no está a la altura de la creciente carga del cambio climático, el crecimiento demográfico y el desarrollo económico. Una supervisión central debería evitar duplicidades, cerrar brechas y permitir una visión integral de las empresas. La nueva agencia también debería fortalecer la confianza de los inversores mediante un régimen más estable.

Las propuestas centrales incluyen poderes para bloquear adquisiciones de proveedores de agua cuando los inversores no actúan en interés a largo plazo del cliente. Además, las llamadas "cláusulas de beneficio público" deben anclarse en las licencias corporativas y deben introducirse requisitos mínimos de capital para reducir la dependencia del capital externo.

Un mecanismo formal de "giro" debería poder estabilizar a las empresas en dificultades en el futuro. Podría ser posible suspender o reducir las multas si estas ponen en riesgo inversiones necesarias. A cambio, podrían aplicarse restricciones a los bonos y dividendos.

Además, el informe recomienda dotar a nueve autoridades regionales del agua con la soberanía en la planificación, sin crear nuevos niveles de burocracia. El Consejo de Consumidores para el Agua se debe convertir en un modelo de defensor del pueblo con derechos ampliados.

Ein landesweiter Sozialtarif soll einkommensschwache Haushalte entlasten und die aktuell uneinheitlichen Hilfsangebote der Versorger ablösen.

Cunliffe admitió que los servicios de agua y alcantarillado podrían volverse "más caros a medio y largo plazo", pero se pronunció en contra de limitar los salarios de los directivos para no comprometer el atractivo del sector para los mejores talentos.

Der Branchenverband Water UK begrüßte die Pläne: „Jeder weiß, dass das derzeitige System nicht funktioniert. Heute ist ein überfälliger Wendepunkt.“