UnitedHealth tira del cordón de seguridad: Tras una drástica caída de las acciones y decepcionantes cifras trimestrales, el CEO Andrew Witty deja su cargo con efecto inmediato. Stephen Hemsley, antiguo director del grupo y actual presidente del consejo de supervisión, retoma el timón del mayor grupo de salud de EE. UU.

Desde la advertencia de ganancias el 17 de abril, la acción ha perdido más de un tercio de su valor, en total se han perdido alrededor de 190 mil millones de dólares en capitalización de mercado. Ya el día del anuncio, el precio cayó un 22 por ciento, la mayor pérdida diaria en más de 25 años. En las semanas siguientes, siguió una caída adicional del 17 por ciento.

La salida de Witty se produce oficialmente por "motivos personales", pero la presión era últimamente innegable: la filial de TI hackeada Change Healthcare, un incidente letal en la gestión y las investigaciones del Departamento de Justicia de EE. UU. habían sacudido la confianza de los inversores. A esto se sumaron altos costos en el negocio de Medicare Advantage, un área en la que los competidores no informaron problemas comparables recientemente.

Con el regreso de Hemsley, UnitedHealth apuesta por la continuidad. Bajo su gestión, la empresa creció hasta convertirse en un gigante de la salud integrado con seguros, consultorios médicos, plataformas de datos y un administrador de beneficios de farmacia. Entre 2006 y 2017 fue CEO, ahora debe aportar estabilidad, también porque la estrategia actual se basa en gran parte en él.

Al mismo tiempo, UnitedHealth suspende su pronóstico reducido para 2025 de abril. Ante el aumento de gastos de prestaciones y nuevas incorporaciones inesperadamente costosas en las tarifas de Medicare, la empresa se abstiene por el momento de establecer objetivos concretos. No se alcanzará crecimiento hasta 2026.

Hemsley sigue siendo presidente del consejo de supervisión. El cambio de liderazgo recuerda las estrategias de otras grandes corporaciones en crisis, como recientemente ocurrió con Disney y Bob Iger o Starbucks y Howard Schultz.

Los desafíos para Hemsley son enormes: la empresa está bajo vigilancia antimonopolio, lucha con la pérdida de confianza y un sistema de salud sobrecargado. Sin embargo, tanto interna como externamente, su regreso se interpreta como una señal de retorno a estructuras probadas, y como última oportunidad para detener la tendencia a la baja.