Nach einem Rückgang der Verkäufe und gescheiterten Allianzen setzt Nissan auf eine schnellere Modellzyklen, Technologiepartnerschaften und ein neues Markenbild.
Ivan Espinosa, a partir del 1 de abril nuevo CEO de Nissan, asume una empresa en modo de crisis. El mexicano de 46 años quiere no solo reestructurar al fabricante japonés de automóviles, sino también redirigirlo tecnológicamente. "Otros CEOs luchan con una o dos crisis, yo veo de cuatro a cinco", dijo Espinosa esta semana en el centro técnico de Atsugi. Además de una débil imagen de marca, mencionó baja motivación de los empleados, cambios operativos, déficits tecnológicos y cifras de ventas en declive como desafíos centrales.
Los problemas son profundos: desde 2018, las ventas mundiales de Nissan se han desplomado de 5,5 a 3,3 millones de vehículos. Especialmente doloroso es el declive en China, donde las ventas se han reducido a la mitad en solo cuatro años. También en Estados Unidos hay una notable brecha en el portafolio de productos con respecto a los modelos híbridos, una debilidad que Toyota y Honda han aprovechado consistentemente. Nissan ahora reacciona con el desarrollo de una nueva estrategia híbrida: a partir de 2026, vehículos con la tecnología "e-power", en la que un motor de gasolina sirve exclusivamente como generador para un motor eléctrico, llegarán al mercado estadounidense.
Además, el grupo anunció el miércoles una ofensiva de productos. Esto incluye la tercera generación del clásico eléctrico Leaf y el primer modelo híbrido enchufable para América del Norte: un SUV Rogue compacto. Se introducirán más modelos nuevos en todas las regiones clave del mundo. Espinosa quiere reducir los ciclos de desarrollo de los actuales 55 a 37 meses. "Somos demasiado lentos, esto tiene que cambiar", dijo, refiriéndose a la velocidad de innovación de los competidores chinos.
En el centro del nuevo cambio de rumbo también están las asociaciones más allá de los OEM clásicos. Espinosa considera abiertamente la cooperación con empresas tecnológicas para impulsar el "auto inteligente" del futuro. Un intento fallido de fusión de 58 mil millones de dólares con Honda y acercamientos anteriores de Foxconn muestran cuán urgentemente Nissan busca un ancla estratégica.
Por eso, la reestructuración se enfrenta a un entorno complicado. El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado nuevos aranceles sobre las importaciones desde México a partir del 2 de abril, lo cual es un problema para Nissan, que produce allí gran parte de sus modelos para EE. UU. La capacidad de absorber costos adicionales es particularmente baja en Nissan, advierten los analistas.
La rehabilitación es costosa y dolorosa: se planea recortar 9,000 puestos a nivel mundial y reducir el 20 por ciento de la capacidad de producción. Pero Espinosa, hasta ahora jefe de productos, apuesta por la rapidez y la tecnología para sacar a Nissan de la defensiva. En China, donde la empresa planea desarrollar vehículos eléctricos para el mercado mundial a través de alianzas, ya no se ve solo un mercado de ventas, sino una plataforma de exportación.
Die Messlatte für Espinosas Amtszeit liegt hoch – sein Erfolg hängt davon ab, ob er Nissan nicht nur stabilisiert, sondern auch zukunftsfähig macht.