General Motors reduce drásticamente su pronóstico anual. En lugar de los 11,2 a 12,5 mil millones de dólares anteriormente esperados, el fabricante de automóviles estadounidense ahora planea para 2025 solo una ganancia neta entre 8,2 y 10,1 mil millones de dólares. Según GM, la razón son las consecuencias de los nuevos aranceles de importación, que podrían afectar el resultado con 4 a 5 mil millones de dólares.
Aunque el presidente Trump ha retirado algunos aranceles sobre piezas de automóviles extranjeras y las cargas dobles en las importaciones de aluminio y acero, los aranceles punitivos sobre vehículos terminados y las importaciones de China permanecen. Los aranceles, impuestos originalmente en marzo, se ajustarán retroactivamente, lo que proporciona cierto alivio a los fabricantes de automóviles, una medida que Trump calificó como una "pequeña ayuda".
El jueves, GM presentó su balance pospuesto del primer trimestre: el beneficio neto cayó un 6,6 % a 2,8 mil millones de dólares. Las principales razones fueron mayores costos de garantía y personal, así como retrasos en la entrega de modelos pick-up con altos márgenes. Un incendio en un proveedor y las pausas de producción en la fabricación de camiones agravaron el problema.
A pesar de eso, las ventas aumentaron un 2,3 %, impulsadas por un incremento de dos dígitos en las ventas, un efecto atribuido principalmente al efecto anticipado en marzo. Muchos consumidores adelantaron compras para evitar las posibles subidas de precios debido a nuevos aranceles. Según el director financiero Paul Jacobson, la fuerte demanda continuó en abril, con un aumento esperado del 20 % en comparación con el año anterior.
GM sigue calculando inversiones de entre 10 y 11 mil millones de dólares para el año en curso. La carga de los aranceles afecta especialmente a la empresa: alrededor de la mitad de todos los vehículos vendidos en EE. UU. son importados, y una gran parte de los componentes utilizados proviene de países como México, Canadá, Corea y China.
A largo plazo, GM sigue dependiendo de sus rentables modelos de combustión, aunque las inversiones en electromovilidad apenas han dado rendimientos hasta ahora. La reestructuración del negocio chino en crisis avanza lentamente: un factor adicional de incertidumbre para la CEO Mary Barra.