Nike espera una disminución de ingresos del "rango bajo del 10 por ciento" para el trimestre en curso, significativamente más débil de lo que los analistas esperaban. La previsión marca otro revés para el fabricante de artículos deportivos estadounidense, que sigue luchando por recuperar cuota de mercado perdida frente a Adidas, On y Hoka. Como consecuencia, las acciones cayeron hasta un 9,3 por ciento el viernes, alcanzando su nivel más bajo en cinco años, antes de cerrar la jornada con una caída del 5,5 por ciento.

Después de un año decepcionante, Nike había iniciado recientemente un cambio de estrategia: la ofensiva Direct-to-Consumer, impulsada durante años, fue reducida, mientras la gerencia intentaba contrarrestar con inversiones en nuevos productos y marketing. Sin embargo, las medidas iniciadas hasta ahora no están funcionando lo suficientemente rápido. "No estamos satisfechos con nuestros resultados generales. Podemos y seremos mejores", declaró el CEO Elliott Hill, quien regresó de su retiro en octubre para tomar el timón.

Sin embargo, en el trimestre anterior la empresa había sorprendido con cifras sólidas: los ingresos aumentaron a 11,3 mil millones de dólares americanos y el beneficio neto fue de 794 millones de dólares americanos, ambos valores superaron las expectativas. Sin embargo, el desarrollo positivo no pudo eclipsar el sombrío pronóstico. Para el trimestre en curso, el director financiero Matthew Friend espera una caída del margen bruto de cuatro a cinco puntos porcentuales en comparación con el 41,5 por ciento del trimestre anterior.

En particular, los riesgos geopolíticos, nuevas medidas arancelarias, tipos de cambio volátiles y cambios en la regulación fiscal afectan al grupo. Al mismo tiempo, la demanda de clásicos como la serie Jordan se debilita, mientras que los consumidores chinos también actúan con cautela. El antiguo auge del estilo de vida en zapatillas parece volverse en contra de Nike, a favor de competidores más ágiles con un claro enfoque premium.

La consecuencia: La marca pierde terreno de manera continua en un mercado generalmente en crecimiento de calzado deportivo y ropa casual. Analistas como UBS advierten que la situación de ganancias podría seguir deteriorándose. "Hasta ahora no vemos progresos suficientes en la cartera de productos o en el marketing para asegurar de manera creíble un cambio de tendencia", se menciona en una evaluación reciente.

El mercado reacciona con escepticismo: Con la capitalización de mercado por debajo de la marca de los 100 mil millones de dólares, Nike se encuentra ahora en su nivel más bajo desde la primavera de 2019. El regreso a un crecimiento estable probablemente requerirá más tiempo y capital adicional.