El fondo soberano de Singapur, GIC, se ha mostrado cauteloso ante la caída de las primas de riesgo y la falta de experiencia en crisis en el segmento en auge del crédito privado. «Estamos en una etapa del ciclo en la que los diferenciales son significativamente más estrechos y las valoraciones más altas», dijo Bryan Yeo, director de inversiones del fondo, antes de los resultados anuales. Por lo tanto, GIC eleva considerablemente los requisitos para futuros compromisos de capital en esta área.
De hecho, la clase de activos ha ganado peso desde la crisis financiera, ya que los bancos se han visto cada vez más restringidos por regulaciones y proveedores de crédito privado como Apollo o Blackstone han ocupado el vacío emergente. Sin embargo, según Yeo, al sector le falta una verdadera prueba de estrés: la crisis del coronavirus fue solo un "repunte de corta duración" - aún falta un ciclo de crédito completo con impagos sistemáticos.
En Estados Unidos, los efectos de los spreads estrechos son especialmente evidentes: los prestatarios ya han tomado más de 100 mil millones de dólares en préstamos apalancados en julio, una cantidad no vista desde enero, según datos de JPMorgan y PitchBook LCD. Los spreads para estos valores están en 4,34 puntos porcentuales, cerca del mínimo de doce meses.
GIC no ha revelado hasta ahora detalles sobre inversiones anteriores en crédito privado, pero ha sido durante mucho tiempo un jugador activo en capital privado e inmobiliario. A diferencia de muchos participantes del mercado, el equipo de crédito privado de GIC está estrechamente integrado con el área de capital privado. Esto le da una ventaja al fondo, según Yeo: "Vemos el lado de la valoración de las empresas objetivo a través del lente del equity, algo que falta en muchos inversores de crédito.
Con respecto a la cartera actual, GIC anunció haber aumentado su asignación en acciones, incluido el capital privado, en 2025 en cinco puntos porcentuales hasta el 51 por ciento. La proporción de títulos de renta fija disminuyó del 32 al 26 por ciento, mientras que los activos reales como inmuebles o infraestructuras aumentaron un punto hasta el 23 por ciento. El mayor mercado de inversión sigue siendo EE. UU.
En términos de rendimiento, el retorno rodante a 20 años sobre la inflación cayó al 3,8 por ciento, el nivel más bajo desde 2020. En comparación, una cartera de referencia compuesta por un 65 por ciento de acciones y un 35 por ciento de bonos obtuvo mejores resultados nominalmente a 5, 10 y 20 años. Sin embargo, GIC enfatiza que su cartera es significativamente menos volátil.
Además, el fondo persigue experimentos tecnológicos: un agente de IA se integró a prueba en el comité de inversiones, con "tipos de personalidad" simulados como optimista o contrario. En inversiones externas en IA, GIC evita valoraciones sobrecalentadas y se enfoca en empresas con características de defensa estructural, entre ellas Databricks y Equinix.
En su perspectiva macroeconómica, GIC advierte sobre el creciente impacto de los movimientos populistas globales: La alta deuda pública y la falta de voluntad de reforma son riesgos estructurales para los inversores.