Starbucks recorta 1.100 empleos en sus oficinas, mientras el personal en los cafés permanece intacto. El nuevo CEO Brian Niccol, quien está en el cargo desde septiembre, justifica la decisión con el objetivo de adelgazar la organización para llevar al gigante del café, que se había estancado, de nuevo a la senda del crecimiento. Sin embargo, la empresa asegura que no hay empleos afectados en las más de 21.000 tiendas en todo el mundo.
El recorte afecta principalmente a funciones administrativas en EE.UU. y Canadá, incluyendo la sede en Seattle y la oficina en Toronto. Los empleados afectados recibirán una notificación al respecto el martes. Ya en diciembre, Starbucks había anunciado despidos y la intención de "deshacerse" de ciertas jerarquías. Recientemente, la empresa reportó una caída del 4 por ciento en las ventas comparables para el trimestre navideño. Starbucks emplea en total a aproximadamente 361.000 personas, de las cuales 16.000 trabajan en la sede central, almacenes, tostadoras y estructuras de distribución.
Niccol, exdirector de Chipotle, planea más racionalizaciones. Los altos directivos desde el nivel de vicepresidente deberán estar al menos tres días a la semana en Seattle o Toronto, mientras que los empleados desde el nivel de director hacia abajo podrán trabajar con normas más flexibles. Él mismo no está contractualmente obligado a trabajar desde Seattle; sin embargo, su oficina en Newport Beach, California, aún no está terminada.
Para el ejercicio fiscal pasado, Starbucks reportó ingresos de 36,2 mil millones de dólares. Las acciones cerraron el lunes con una subida del 1,3 por ciento en Wall Street. Tras las reestructuraciones en la sede en 2018, cuando se eliminaron 350 puestos, esta ronda representa el primer gran recorte en años. "Queremos ser más eficientes, aclarar la responsabilidad y mejorar nuestra integración", dijo Niccol. Los analistas esperaban la medida tras las débiles ventas trimestrales.