Thames Water, el mayor proveedor de agua de Gran Bretaña con 16 millones de clientes, se enfrenta nuevamente a un futuro incierto. El inversor financiero estadounidense KKR ha retirado inesperadamente su oferta de rescate de £4 mil millones, solo unos días después de presentarla oficialmente ante el regulador Ofwat.

La cancelación sigue a negociaciones intensas, pero finalmente infructuosas, con representantes del gobierno el fin de semana. Según círculos de negociación, la retirada se debe a preocupaciones sobre la influencia política, que podrían aumentar bajo el nuevo gobierno laborista. Originalmente, KKR se había comprometido a un período de tenencia de al menos diez años, pero cada vez dudaba más de la viabilidad del compromiso.

Thames Water tiene una deuda de casi 20.000 millones de libras y lucha con un balance débil. Ya el año pasado, antiguos accionistas tuvieron que amortizar por completo sus inversiones. En la emergencia, la empresa recurrió a un costoso préstamo puente de 3.000 millones de libras, proporcionado, entre otros, por Silver Point Capital y Elliott Management.

En marzo, KKR había recibido la aprobación para un modelo de recapitalización cuyo núcleo era una inyección de capital de miles de millones. Paralelamente, Thames Water discutía un concepto de rescate alternativo con tenedores de bonos. Según fuentes internas, estos ya habrían presentado propuestas concretas, incluido el equipo de gestión, a Ofwat.

Die Regierung bestätigte am Dienstag, dass eine Renationalisierung im Rahmen des „Special Administration Regime“ vorbereitet werde, aber weiterhin eine marktbasierte Lösung bevorzugt werde. Umweltminister Steve Reed sprach von einem stabilen Unternehmen und einer weiterhin offenen Tür für Investoren.

KKR no quiso comentar sobre las razones de la retirada. Sin embargo, personas del entorno mencionaron la creciente retórica política hacia el sector, las multas récord y las preocupaciones sobre la compleja estructura de los grupos de interés como determinantes.

Erst vergangene Woche hatte Ofwat Thames Water mit einer Strafe von £123 Millionen belegt – unter anderem wegen illegaler Abwassereinleitungen und Dividendenausschüttungen trotz schwacher Performance.

El presidente de Thames Water, Sir Adrian Montague, calificó la situación de "decepcionante", pero destacó que se sigue trabajando en una solución viable con los acreedores existentes. Una salida podría ser la reanudación de conversaciones con otros postores, entre ellos CK Infrastructure de Hong Kong y Castle Water, que ya han señalado públicamente su disposición a financiar.

Parallel dazu legte eine von der Regierung eingesetzte Kommission zur Wasserwirtschaft einen kritischen Zwischenbericht vor. Die Aufsicht durch Ofwat habe „das Vertrauen der Öffentlichkeit weitgehend verloren“, heißt es dort. Die Behörde solle künftig weniger auf sektorweite Modellierungen setzen und stärker unternehmensindividuell sowie frühzeitiger eingreifen.

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