Volkswagen ha introducido una cláusula de emergencia en su acuerdo tarifario con IG Metall que permite una reducción temporal de la jornada laboral a 28 horas semanales en caso de un agravamiento de la crisis corporativa, con solo una compensación parcial del salario. Según fuentes del grupo que confirmaron el contrato a la agencia de noticias dpa, esta medida se prevé exclusivamente para situaciones extremas.

La normativa prevé que para las dos primeras horas de reducción de la jornada laboral se otorgue una compensación salarial completa. A partir de la tercera hora, habrá una reducción proporcional del salario, un máximo de tres de las seis horas no serán pagadas. Sin embargo, antes deben agotarse todas las demás medidas como la reducción de horas extras y el trabajo a tiempo reducido. Una reducción general de la jornada laboral hasta 28 horas solo sería posible ante problemas de empleo temporales.

La cláusula de emergencia recuerda a la semana de cuatro días que Volkswagen introdujo a principios de la década de 1990 para evitar despidos masivos en una situación de crisis similar. En aquel entonces, la jornada laboral se redujo en toda la empresa, una medida que se mantuvo durante más de una década.

El convenio colectivo es parte de un amplio programa de saneamiento que Volkswagen y el sindicato IG Metall acordaron poco antes de Navidad. El objetivo es reducir 35.000 puestos en Alemania antes de 2030, sin despidos por motivos operativos. A cambio, se reactivó la garantía de empleo previamente cancelada y se extendió hasta 2030. Volkswagen emplea a unos 130.000 empleados en sus fábricas de Baja Sajonia, Hesse y Sajonia.

La medida destaca la presión sobre el fabricante de automóviles de Wolfsburg de recurrir a medidas no convencionales ante la caída de las ventas, las guerras de precios y una difícil transformación hacia la electromovilidad.