Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, dejará de permitir anuncios políticos en la UE a partir de octubre. La decisión la justifica la empresa con los "requisitos poco prácticos" del nuevo reglamento de la UE sobre la transparencia de la publicidad política, que entrará en vigor en su totalidad próximamente.
La retirada afecta a todos los anuncios relacionados con temas políticos, sociales o electorales en las plataformas de Meta. Publicaciones de particulares y políticos no están afectadas, enfatiza la empresa. En una publicación del blog, Meta explicó que las normas de la UE traen "importantes desafíos operativos e incertidumbres legales", especialmente en cuanto al procesamiento de datos y etiquetado de contenido.
Bruselas persigue con el reglamento "Transparencia y Orientación de la Publicidad Política" (TTPA) el objetivo de reducir las manipulaciones en el período previo a las elecciones, así como las injerencias dirigidas por terceros países. Este marco normativo es parte de una iniciativa más amplia con la que la UE quiere hacer el espacio digital más democrático y transparente. Aunque el reglamento ya está en vigor, la mayoría de las disposiciones centrales entrarán en vigor a partir de octubre.
Meta no está solo con su crítica. Ya el año pasado, Google había anunciado su retirada de la publicidad política en línea antes de la entrada en vigor de la regulación. También con otras leyes digitales, Meta ha optado recientemente por la confrontación con Bruselas. La empresa se niega a firmar el código voluntario de la UE sobre inteligencia artificial, critica la Ley de Mercados Digitales y se enfrenta a varias investigaciones por posibles infracciones de las nuevas normas europeas.
Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la relación entre las empresas tecnológicas estadounidenses y Bruselas se ha enfriado aún más. En Washington, las leyes digitales de la UE se ven cada vez más como barreras comerciales, y Meta actúa de manera ofensiva correspondiente. La empresa declaró: "Vemos de nuevo cómo el régimen regulador de Europa prácticamente expulsa del mercado a productos populares, limitando así la elección y la competencia.
Al mismo tiempo, Meta enfatiza el valor fundamental de la publicidad política para los procesos democráticos. La decisión es una respuesta a la incertidumbre legal, no un cambio de contenido: "La publicidad política en línea sigue siendo un medio central para proporcionar a las personas información relevante y permitir a los candidatos un alcance rentable".