El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, tiene planes ambiciosos para la industria de semiconductores de su país. Corea del Sur ya es el principal fabricante de chips de memoria y, con un nuevo plan a largo plazo, la nación pretende alcanzar una posición destacada en otras categorías. Yoon está seguro de que este plan creará al menos tres millones de empleos en los próximos 20 años.
Para lograr este objetivo, el gobierno planea ventajas fiscales para las inversiones en la industria de los chips y un aumento del 20 por ciento en los créditos para la industria, llegando a los seis mil millones de dólares anuales. Además, se planea expandir considerablemente el suministro de energía y agua. Yoon quiere garantizar que los fabricantes de chips surcoreanos inviertan alrededor de 430 mil millones de euros en nuevas fábricas de chips en el país para 2047.
Lo sorprendente de esto es que Corea del Sur no contempla subsidios de miles de millones para los fabricantes de semiconductores, a diferencia de países como Alemania, Estados Unidos o Japón. La razón de esto se debe a los dos fabricantes de semiconductores más grandes del país, Samsung y SK Hynix, que ya operan 21 fábricas de chips en el país. Lugares más grandes significan una producción más eficiente y, por lo tanto, costos operativos más bajos.
Por el contrario, Alemania quiere atraer a la empresa estadounidense Intel con diez mil millones de euros y al fabricante taiwanés TSMC con cinco mil millones de euros al país. Mientras tanto, en Corea del Sur se crearán 16 fábricas de chips adicionales, incluyendo instalaciones de investigación.
El enfoque se centra en la fabricación de chips de almacenamiento rápido, que son cada vez más importantes para aplicaciones de inteligencia artificial.
Para mejorar la infraestructura de estas grandes plantas de chips, el gobierno de Corea del Sur planea ampliar el suministro de energía y agua. También se está discutiendo la posibilidad de revertir la decisión de abandonar la energía nuclear que inició el predecesor de Yoon. Actualmente, la seguridad energética y un precio constante de la electricidad son de vital importancia para la industria de chips.
Es más difícil para las empresas semiconductoras alemanas mantenerse competitivas debido a los precios de la electricidad altos y fuertemente variables. Según la asociación alemana de la industria eléctrica ZVEI, necesitan seguridad de planificación a largo plazo de 15 a 20 años en lugar de solo promesas de subsidios a corto plazo.
La importancia del suministro de agua también juega un papel importante en la producción de semiconductores y, por lo tanto, Corea del Sur planea medidas para el tratamiento del agua y la ampliación de la red de tuberías a las presas en la región. A pesar de las inversiones planeadas de 430 mil millones de dólares, algunos analistas consideran que el plan es demasiado conservador y critican que los gastos anuales han sido más altos en los últimos años. En comparación, la última fábrica de chips nueva en Alemania costó mil millones de euros.
Yoon Suk Yeol piensa en grande para la industria de semiconductores de Corea del Sur y queda por ver si el país logrará alcanzar el nivel mundial en los próximos años.