Puma redujo drásticamente su pronóstico para el año fiscal el viernes, sorprendiendo a los inversores. Las acciones del fabricante de artículos deportivos de Franconia cayeron un 18 por ciento después de que la empresa ahora espera una pérdida operativa para 2025 y una "disminución de ingresos de dos dígitos bajos". El precio de la acción cayó a 20,32 euros, el nivel más bajo en más de cinco años.

Particularmente dolorosa es la comparación con Adidas: mientras el rival se beneficia de la ola retro de modelos como Samba y Gazelle, Puma perdió la tendencia y está perdiendo cuota de mercado. Nike también ha superado su debilidad en EE.UU. y aumenta la presión competitiva.

El nuevo CEO, Arthur Hoeld, un veterano de Adidas, asumió a principios de julio la sucesión de Arne Freundt. En su primera declaración, admitió claras deficiencias: "Debemos cuestionarnos con honestidad. La decepción de los inversores está justificada, ya que no hemos cumplido nuestros propios objetivos". Para finales de octubre, Hoeld planea presentar un plan de recuperación concreto que contemple la reducción de inventarios, el aumento de precios y un enfoque en canales de venta directos. Para 2025, anunció un "año de reinicio" y para 2026 se espera la transición.

En el segundo trimestre, las ventas cayeron un 2 por ciento a 1,9 mil millones de euros, muy por debajo de las expectativas de los analistas, que esperaban 2,1 mil millones. En última instancia, hay una pérdida neta de 246,6 millones de euros. Alrededor de 85 millones de euros de eso resultan de cargos únicos, principalmente por costos de reestructuración y la eliminación de 500 puestos.

La debilidad se extiende por todos los mercados clave: en EE. UU. las ventas cayeron un 9% en el trimestre, en Europa y China un 4% cada una. Incluso el lanzamiento del nuevo modelo "Speedcat" tuvo poco impacto. El CFO Markus Neubrand anunció más medidas de ahorro y señaló efectos negativos de divisas y el impacto de aranceles de EE. UU. Puma ha comenzado a trasladar la producción desde China y aumentará los precios en EE. UU. a partir de octubre.