AI
Builder.ai bricht zusammen – Insolvenz wirft Schlaglicht auf Milliarden-Startup mit undurchsichtiger Krisenstrategie
Builder.ai se desploma tras acusaciones de manipulación y deja una red de empresas de inteligencia, bufetes de abogados de primer nivel y profesionales de relaciones públicas.

El colapso de Builder.ai, un socio de Microsoft que alguna vez fue aclamado como un niño prodigio tecnológico británico, revela una red de consultores de crisis costosos, abogados altamente especializados y firmas de inteligencia privada. La holding estadounidense de la empresa presentó el lunes una solicitud de quiebra bajo el Capítulo 7 en Delaware. Según los documentos judiciales, los activos de menos de 10 millones de dólares se enfrentan a pasivos de hasta 100 millones de dólares.
La lista de acreedores se lee como un Quién es Quién del reino oscuro de la defensa económica: entre ellos, la firma de espionaje israelí Shibumi Strategy, el bufete estadounidense Quinn Emanuel y la agencia de relaciones públicas especializada en gestión de reputación Sitrick and Company. Los tres fueron contratados, según informes del Financial Times del año pasado, cuando los medios descubrieron investigaciones criminales contra el CEO Sachin Dev Duggal en India.
Builder.ai durante años había convencido a los inversores como proveedor de desarrollo de software automatizado con la ayuda de inteligencia artificial. Microsoft participó en una ronda de financiación Serie D en 2023. Internamente, Duggal es presentado como "Chief Wizard", una imagen que ahora se está desmoronando. Tras una revisión interna, las cifras de ingresos se corrigieron significativamente a la baja: cifras anteriores resultaron ser muy infladas. Desde entonces, se lleva a cabo una liquidación ordenada.
Los documentos de insolvencia documentan más de 200 acreedores, incluidos socios tecnológicos como Amazon y Microsoft. Especialmente polémica es la participación de Shibumi Strategy. La empresa, fundada por exmiembros del Mossad, ya se había visto envuelta en un escándalo de espionaje en torno al inversor de Hertha BSC Lars Windhorst. El caso Builder.ai marca así otro capítulo en el uso poco claro de servicios privados por parte de empresarios prominentes.
El bufete estadounidense Quinn Emanuel había iniciado una intervención legal en nombre de Builder.ai ante el FT. Paralelamente, también intervino el asesor de relaciones públicas solicitado en Hollywood, Mike Sitrick, con el objetivo de influir en la representación mediática.
Ein ehemaliger Führungskraft von Builder.ai defendió el proceder: el uso de profesionales de crisis internacionales es "completamente normal para una empresa tecnológica global con valoración de mil millones". Sin embargo, el alcance y la velocidad del colapso plantean dudas sobre la solidez del modelo de negocio y sobre la credibilidad del liderazgo.