El Banco SBI Shinsei busca regresar a la bolsa de Tokio después de su exclusión en septiembre de 2023. La institución, que cayó bajo control estatal a raíz de la crisis financiera japonesa y fue posteriormente adquirida por el inversor estadounidense JC Flowers, apunta a una valoración de más de 1,5 billones de yenes. Esto lo convertiría en una de las OPI más grandes de Japón este año, aunque sigue siendo significativamente más pequeño en comparación con los tres megabancos Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG), Sumitomo Mitsui Financial Group y Mizuho.
Mientras el sistema bancario nacional lucha con un exceso estructural de bancos regionales y las oportunidades de crecimiento son limitadas, el momento para la salida a bolsa ofrece un impulso. Tras el fin de los tipos de interés ultrabajos, los valores financieros de Japón experimentan un renacimiento. Las acciones de MUFG han subido casi un 60 por ciento desde los mínimos del año pasado y cotizan al 1,4 veces el valor contable, el nivel más alto en una década.
SBI Shinsei se posiciona claramente como una alternativa digital a los grandes bancos establecidos. La empresa matriz, SBI Holdings, se ha ganado un nombre como una entidad financiera líder en tecnología, con participaciones en el mayor corredor en línea de Japón, un banco exclusivamente digital, así como en la infraestructura de criptomonedas e inteligencia artificial. De esta manera, el modelo de negocio se diferencia claramente de los bancos tradicionales, que siguen estando lastrados por amplias redes de sucursales y una infraestructura tecnológica obsoleta.
Especialmente en Japón, donde el efectivo sigue representando alrededor del 40 por ciento de todas las transacciones y los servicios financieros digitales tardaron mucho en ser adoptados, la progresiva digitalización abre nuevas oportunidades. Desde 2019, los pagos móviles se han más que duplicado. SBI Shinsei podría aprovechar esta tendencia para lograr ganancias de eficiencia mediante sistemas impulsados por IA y plataformas en la nube, y ofrecer productos financieros personalizados.
Los demás participantes del mercado también han intensificado recientemente sus actividades digitales. MUFG invierte en fintechs para el área de banca minorista, Sumitomo Mitsui prueba aplicaciones blockchain y Mizuho apuesta por servicios basados en IA. Japan Post Bank ha lanzado sus propias aplicaciones de pago para smartphones. Sin embargo, muchas de estas iniciativas siguen siendo fragmentarias y aún se basan en tecnología obsoleta.
In este entorno, SBI Shinsei podría destacarse con su estrategia digital enfocada. La readmisión en la bolsa no solo garantizaría capital para un mayor crecimiento, sino también aprovecharía el impulso de la actual demanda robusta de valores financieros japoneses.