Stellantis espera una pérdida neta de 2.300 millones de euros en el primer semestre. El cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, que incluye marcas como Fiat y Jeep, había reportado una ganancia de 5.600 millones de euros en el mismo período del año anterior. La razón de la caída son los costos de reestructuración y las consecuencias de los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump.
Según sus propias declaraciones, los nuevos aranceles cuestan al consorcio alrededor de 300 millones de euros. Además de las pérdidas de producción, el descenso de las ventas en América del Norte tuvo un impacto particular: en el segundo trimestre, las entregas allí disminuyeron un 25 por ciento en comparación con el año anterior.
En total, Stellantis registró cargas fiscales de 3.300 millones de euros. Estos no solo resultan de reestructuraciones, sino también del abandono de proyectos como la movilidad de hidrógeno y de ajustes a las nuevas normativas europeas de emisiones. La junta directiva había retirado sus previsiones financieras en primavera debido a las incertidumbres comerciales.
Bajo el nuevo CEO Antonio Filosa, quien en mayo pasó del negocio estadounidense a la cúpula del grupo, la empresa será reorientada. Filosa sucede a Carlos Tavares, quien renunció inesperadamente en diciembre tras un marcado deterioro en los resultados. En el ínterin, el presidente del consejo de administración, John Elkann, dirigió el grupo.
Stellantis lucha actualmente con un entorno de mercado difícil: los inventarios en los EE. UU. están aumentando, en los mercados nacionales de Francia e Italia hay turbulencias políticas, y en Europa la demanda se está debilitando. En particular, en el sector de los vehículos comerciales ligeros, la empresa está rezagada en la electrificación. El jefe europeo, Jean-Philippe Imparato, advirtió recientemente sobre una posible multa de 2.600 millones de euros.
Sin embargo, los analistas valoran positivamente el duro recorte. Stephen Reitman de Bernstein considera las elevadas cargas extraordinarias como una señal de que la junta directiva actúa con determinación para mejorar el margen operativo en el futuro.
A pesar de los problemas, Stellantis sigue siendo relativamente robusto en comparación con la competencia. La alta producción local en los EE. UU. y el cumplimiento del acuerdo comercial con México y Canadá ofrecen protección contra más aranceles punitivos.
Die Aktie gab am Montagmorgen um zwei Prozent nach.