Der Roche-CEO Thomas Schinecker hat in Gesprächen mit der US-Regierung vorgeschlagen, Medikamente künftig direkt an Patienten zu verkaufen – ohne die bislang dominierenden Pharmacy Benefit Manager (PBMs). Laut Schinecker kassieren diese zwischengeschalteten Akteure „die Hälfte der gesamten Wertschöpfung“, ohne selbst Innovationsrisiken zu tragen.

«Si EE.UU. quiere reducir los precios de los medicamentos en un 50 por ciento, es fácil: entregamos directamente», dice el director de Roche. Las discusiones con Washington se enmarcan en el contexto de posibles intervenciones regulatorias, en primer lugar, la propuesta de Donald Trump de una vinculación de precios de «Nación Más Favorecida». Esto acoplaría los precios de EE.UU. a los valores comparativos internacionales más bajos, lo que representa una carga masiva para los fabricantes, ya que los medicamentos en EE.UU. son, en promedio, 2,3 veces más caros que en otros países de la OCDE.

Roche está financieramente sólida: En el primer semestre, la farmacéutica suiza alcanzó una facturación de 30,9 mil millones CHF (39 mil millones USD), un aumento del 7 por ciento en comparación con el año anterior a tipos de cambio constantes. El beneficio ajustado por acción fue de 11,1 CHF, por encima de las expectativas de los analistas (10,5 CHF). Las perspectivas para el año completo 2025 permanecen sin cambios: crecimiento de ingresos de medio dígito, con un aumento en las ganancias en el rango alto de un solo dígito.

Además, Roche se considera bien preparada para posibles barreras comerciales. La empresa ha ampliado tempranamente las capacidades de producción en EE. UU. y trasladado existencias para estar preparada para eventuales aranceles. Trump insinuó recientemente que también quería aplicar aranceles de hasta un 200 por ciento a las importaciones farmacéuticas, aunque hasta ahora el sector ha quedado exento.

Bereits im April hatte Roche angekündigt, rund 50 Mrd. USD in Produktion und F&E in den Vereinigten Staaten zu investieren. Schinecker betont: „Wir hoffen, dass die US-Regierung erkennt, dass wir – wie viele andere – konkret in die medizinische Versorgung vor Ort investieren.“