Wells Fargo ha suspendido todos los viajes de negocios a China después de que una alta ejecutiva de la institución estadounidense fuera impedida de salir del país por las autoridades chinas. Chenyue Mao, una directora ejecutiva residente en Atlanta en el sector de financiación comercial y ciudadana estadounidense, no puede salir del país desde una reciente estancia de trabajo. Esto fue confirmado por una persona familiarizada con el procedimiento.
Un portavoz de Wells Fargo explicó que están siguiendo el caso "muy de cerca" y trabajando "con las autoridades pertinentes para que nuestra empleada pueda regresar a los EE. UU. lo antes posible". Los motivos de la prohibición de salida siguen sin estar claros.
Mao lleva más de diez años trabajando en Wells Fargo. A finales de junio, fue elegida presidenta de la asociación sectorial FCI (Asociación de Factoring y Finanzas Comerciales). El gran banco estadounidense solo tiene una presencia modesta en China, con menos de 100 empleados en Pekín y Shanghái, pero está más presente en Hong Kong.
El incidente ocurre en un momento en que las tensiones entre Washington y Pekín aumentan de nuevo. El presidente Xi Jinping busca en las próximas semanas un acuerdo comercial final con EE. UU. para evitar un nuevo aumento de aranceles por parte de Donald Trump.
Desde hace algunos años, las autoridades chinas utilizan regularmente prohibiciones de salida contra empresarios extranjeros, por ejemplo, en el contexto de investigaciones en curso, litigios o por razones menos comprensibles. Tales medidas suelen terminar solo después de la conclusión de los procedimientos.
Erst im vergangenen Jahr war Charles Wang Zhonghe, ein leitender Banker bei Nomura, monatelang durch ein Ausreiseverbot an das chinesische Festland gebunden.
Estados Unidos ha endurecido recientemente sus advertencias de viaje para China. El Departamento de Estado advierte especialmente sobre la aplicación arbitraria de prohibiciones de salida.
El caso probablemente aumentará las preocupaciones de la comunidad empresarial internacional respecto a los viajes a China. Esto ocurre a pesar de que Pekín promovió recientemente más visitantes extranjeros mediante políticas de exención de visado.
Al mismo tiempo, el aparato de seguridad de China amplía su control sobre las presuntas amenazas a la seguridad nacional. Recientemente, se endurecieron las leyes contra el espionaje y se intensificaron las investigaciones contra empresas que realizan verificaciones de diligencia debida en China para clientes.
Recién el miércoles, un directivo farmacéutico japonés fue condenado a tres años y medio de prisión en Pekín por espionaje. Los cargos exactos no fueron explicados públicamente. Además, en abril, el Ministerio de Seguridad chino arrestó a tres ciudadanos filipinos acusados de espionaje según el ministerio.