Vehículos autónomos y la reorganización en la industria aseguradora

Con la creciente proliferación de vehículos autónomos, la industria aseguradora se enfrenta a una adaptación fundamental de sus modelos de costos y responsabilidad. Un informe de analistas de Goldman Sachs pronostica que la automatización tiene el potencial de reducir significativamente la frecuencia de accidentes a largo plazo, lo que reformularía las distribuciones subyacentes de costos de siniestros así como la responsabilidad legal en caso de accidentes. Pioneros tecnológicos como Alphabet y Tesla están impulsando el desarrollo de vehículos autónomos. Recientemente, Alphabet recaudó 11 mil millones de dólares para su filial Waymo, mientras que Elon Musk, CEO de Tesla, anunció el lanzamiento de sus robotaxis autónomos en Austin, Texas, para este mes. Según las estimaciones de mercado de Goldman Sachs, el mercado de vehículos autónomos de ridesharing podría alcanzar los siete mil millones de dólares para 2030. En el mismo periodo, se espera que el tamaño del mercado de camiones autónomos crezca hasta los cinco mil millones de dólares. Sin embargo, a medida que su uso como vehículos de ridesharing se expanda, los analistas no anticipan un rápido aumento de los vehículos autónomos de propiedad privada. Estudios iniciales, como el realizado por Swiss Re en colaboración con Waymo, muestran una mejora significativa en la seguridad vial gracias a la conducción autónoma, con una reducción del 92% en las reclamaciones de responsabilidad por lesiones personales y del 88% en daños a la propiedad en comparación con los vehículos controlados manualmente. Este desarrollo podría llevar a una reducción notable de los costos de seguros en más del 50% para 2040. Sin embargo, Scott Holeman del Insurance Information Institute advierte que esta reducción de costos podría trasladarse a otros gastos, especialmente debido al aumento de los costos de la tecnología. Con la disminución de los accidentes, los productos de seguros podrían centrarse más en la gravedad del accidente y menos en su frecuencia. Esto también plantearía cuestiones sobre la responsabilidad, en particular si se debería responsabilizar a los fabricantes o a las empresas tecnológicas cuando los fallos tecnológicos provoquen accidentes. Persisten las preocupaciones sobre la seguridad cibernética y las imperfecciones tecnológicas. El pasado octubre, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras abrió una investigación contra Tesla debido a accidentes atribuidos a deslumbramiento solar, niebla o polvo. El panorama regulatorio para los vehículos autónomos también está en evolución, con esfuerzos por establecer normas federales. Tilia Gode de Waymo describe el modelo de seguro de la empresa para vehículos de Nivel 4 como similar al de las compañías de taxis, donde los vehículos se aseguran como flotas y no individualmente. La transición de conductores humanos a sistemas autónomos como "conductores" cambia la dinámica de manera fundamental.