El acto de equilibrio de China: inversores internacionales en el centro de atención

China enfrenta el desafío de hacer su política económica más atractiva para los inversionistas extranjeros. La comisión reguladora de valores china está intensificando actualmente el diálogo con bancos globales para conocer sus perspectivas sobre los esfuerzos del país para impulsar el crecimiento. En una de estas conversaciones, se buscó asesoramiento sobre cómo aumentar el interés en los activos chinos. Pekín debe lograr el equilibrio de convencer a los inversionistas internacionales sobre la efectividad de sus medidas, sin estimular directamente la demanda interna, algo que los inversionistas han solicitado en varias ocasiones. La reticencia del Partido Comunista a aplicar estímulos fiscales más contundentes ha llevado a una debilidad en los mercados financieros chinos, socavando así el impacto de los estímulos implementados. La posibilidad de un segundo mandato de Donald Trump con una postura más estricta hacia China aumenta la presión sobre Pekín para que se acerque más a los bancos internacionales. En el ámbito corporativo asiático, hoy predominan las noticias empresariales. El foco está en la creciente competencia por la adquisición de Seven & i, el propietario japonés de las tiendas 7-Eleven, que ha llamado la atención de Couche-Tard, el propietario canadiense de las tiendas Circle K. Se rumorea que Seven & i está considerando una compra por parte de la gerencia para privatizarse con el apoyo de bancos, Itochu y la familia fundadora Ito, lo que podría significar una transacción por un valor aproximado de 9 billones de yenes (58 mil millones de dólares). Si Couche-Tard intensifica su interés, los accionistas podrían recibir una oferta correspondiente. Itochu, uno de los principales conglomerados comerciales de Japón, opera FamilyMart, un rival de 7-Eleven.