El gigante tecnológico chino Alibaba se ha catapultado a la vanguardia de la revolución de la IA en China con un giro estratégico hacia la inteligencia artificial. La empresa, cuyo valor de mercado había caído dramáticamente debido a intervenciones regulatorias y una competencia creciente, ha invertido masivamente en IA en los últimos dos años, ha ampliado sus servicios de nube e infraestructura y ha fortalecido su posición en el mercado.

Un motor central detrás de esta reorientación es el fundador Jack Ma, quien, tras un período de retiro del ojo público, ahora está más involucrado en la dirección estratégica del consorcio. Su regreso al centro del poder fue subrayado simbólicamente el mes pasado, cuando tomó asiento en la primera fila de una reunión con el presidente de China, Xi Jinping. El mercado reaccionó positivamente: desde el comienzo del año, las acciones de Alibaba han aumentado un 66 por ciento.

La transformación llega en un momento crítico. La posición dominante de Alibaba en el comercio electrónico chino se ha visto sacudida por el surgimiento de competidores como PDD Holdings y ByteDance. Además, la fallida salida a bolsa de su división financiera, Ant Group, sometió a la empresa a presión regulatoria. Ma reconoció tempranamente que Alibaba se estaba quedando atrás en el ámbito de la IA, especialmente después del éxito global de ChatGPT de OpenAI.

Bajo nueva dirección, con Eddie Wu como CEO y Joe Tsai como presidente, Alibaba ha invertido miles de millones en investigación de IA y ha establecido asociaciones con startups chinas y con la empresa tecnológica estadounidense Apple. En particular, la serie de modelos propios Qwen se considera ahora líder en China. Apple eligió a Alibaba como socio para funciones de IA en iPhones en China, una clara muestra de confianza.

Doch der Konkurrenzdruck bleibt hoch. Tencent integriert aggressiv die Modelle des chinesischen KI-Start-ups DeepSeek, während ByteDance Milliarden in KI-Infrastruktur steckt. Zudem könnten geopolitische Spannungen zwischen China und den USA sowie Exportbeschränkungen für Nvidia-Chips Alibabas KI-Ambitionen behindern.

Die Herausforderung für Alibaba besteht nun darin, die technologische Führungsposition in einem sich rasant verändernden Markt zu behaupten. „Es fühlt sich wieder an wie die alten Zeiten“, sagt ein langjähriger Mitarbeiter. „Wir haben wieder eine Vision, für die es sich zu kämpfen lohnt.“