El fabricante de automóviles deportivos Porsche se encuentra en una crisis de ventas que ahora provoca las primeras consecuencias personales. Ante las bajas cifras de ventas en China, los altos costos y una caída drástica de la acción de Porsche, se espera que el director financiero y de TI Lutz Meschke y el director de ventas Detlev von Platen abandonen la empresa. El consejo de supervisión ha encargado al presidente Wolfgang Porsche que lleve a cabo conversaciones sobre su salida anticipada.
Los despidos no son sorprendentes. Ambos gerentes han estado bajo crítica durante meses, ya que se les culpa del débil desarrollo del negocio. Recientemente, según analistas, Porsche no había descartado que las ventas pudieran disminuir aún más en 2025, especialmente debido a la continua debilidad en China. Allí, las entregas cayeron un 28 por ciento el año pasado, mientras crecieron en otros mercados como Alemania.
Para el jefe del grupo Volkswagen, Oliver Blume, la crisis en Porsche es especialmente delicada. Durante años, el flujo de dinero de Zuffenhausen fue un apoyo fiable para la empresa matriz, y el propio Blume dirigió Porsche antes de asumir también la dirección de VW, un doble rol que ha sido criticado en muchas ocasiones desde entonces.
Porsche vendió un total de 310.000 vehículos en 2024, un tres por ciento menos que el año anterior. La crisis de la marca golpea a Volkswagen en una fase de incertidumbre. El consorcio de Wolfsburg está inmerso en una profunda reestructuración: se pretende ahorrar alrededor de cuatro mil millones de euros anuales y eliminar 35.000 puestos de trabajo. Fábricas como la de ejemplo en Zwickau están en peligro, y las ubicaciones alemanas se ven fuertemente afectadas por la estrategia de electrificación.
Volkswagen lucha con la creciente competencia de China además de los problemas de ventas. Mientras la movilidad eléctrica gana importancia en todo el mundo, los fabricantes chinos presionan a los constructores alemanes con coches eléctricos económicos. Las condiciones del mercado en China se siguen endureciendo, un desarrollo que tanto Volkswagen como Porsche están sintiendo.