Pérdidas de 2,7 mil millones de euros y un gran proyecto fallido en los Estados Unidos han sumido en una grave crisis al gigante danés de la energía eólica Ørsted. La noticia de que los proyectos marinos en los Estados Unidos deben ser cancelados debido a los crecientes costos y problemas de suministro, hizo que el precio de las acciones de la empresa cayera en un cuarto. Pero no sólo los accionistas están conmocionados por este lamentable incidente, también la Casa Blanca bajo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha sido llamada a escena.
La pérdida del principal desarrollador de proyectos de viento es un duro golpe para los ambiciosos objetivos de expansión de Estados Unidos en la industria de la energía eólica marina. Los proyectos planificados llamados Ocean Wind 1 y 2 deben ser abandonados, lo cual ha llevado a Ørsted a ya asumir pérdidas por valor de 3.8 mil millones de euros. Además, se esperan posibles pagos de compensación de entre 1-1,5 mil millones de euros, que aún no se han tenido en cuenta en las pérdidas hasta ahora.
La empresa intenta aún mantener el valor de los proyectos mientras se detiene el desarrollo. Sin embargo, el jefe de la empresa, Mads Nipper, enfatizó que los Estados Unidos aún dependen de la energía eólica marina para alcanzar sus objetivos de emisiones de CO2. Los daneses continúan fiel al mercado estadounidense de las energías renovables.
Ørsted no es la única empresa en la industria que sufre de problemas de suministro y costos crecientes. Otros negocios del sector como el fabricante de turbinas eólicas Vestas y la filial española Siemens Gamesa también lucha con números rojos. La situación demuestra claramente que los problemas en el sector de la energía eólica no solo pueden poner en peligro a empresas individuales, sino también los ambiciosos objetivos climáticos que la UE y otros países han establecido.
El fracaso de Ørsted es también un duro golpe para los ambiciosos planes del presidente de EE.UU., Biden. Su objetivo es alcanzar 203030 Gigavatios de capacidad de energía eólica marina, pero actualmente en los EE.UU. sólo se han instalado instalaciones con una capacidad total de 41 Megavatios. En comparación, Alemania ya tiene 8,5 Gigavatios de capacidad de energía eólica marina y planea alcanzar 203030 Gigavatios. A pesar de la cancelación de proyectos, la Casa Blanca reafirmó su voluntad de impulsar la industria de la energía eólica marina y se refirió a "desafíos macroeconómicos".
Los proyectos de energía eólica marina en EE.UU. también tienen consecuencias financieras para otras empresas. Así, el gigante petrolero BP registró en el tercer trimestre una depreciación de 540 millones de dólares para proyectos de viento, después de que el estado de Nueva York rechazara un cambio en las condiciones. También la empresa noruega Equinor, socia de BP, registró una depreciación de 300 millones de dólares para los proyectos. Por lo tanto, la crisis no solo afecta a los EE.UU., sino que también tiene efectos en otras partes del mundo.