RWE tranquiliza a los inversores con el anuncio de una recompra de acciones por 1.500 millones de euros y reduce sus planes de inversión en energías renovables. La acción del proveedor de energía alemán reaccionó de inmediato con un aumento del 7,5 por ciento.

La empresa, que está bajo presión, entre otras cosas, por la entrada del inversor activista Elliott, se había fijado originalmente el objetivo de invertir un total de 55 mil millones de euros en energía verde para 2030. Esta suma es más del doble de la capitalización de mercado actual del consorcio, que ya ha invertido 20 mil millones de euros en energías renovables entre 2021 y 2023.

RWE estima que estas inversiones podrían generar un rendimiento promedio del ocho por ciento a largo plazo. Sin embargo, los inversores dudan del alcance de las inversiones planeadas. Las acciones de la empresa han perdido significativamente valor en comparación con competidores como Iberdrola y se cotizan a aproximadamente 6,4 veces el EBITDA esperado para el próximo año, lo que representa una clara infravaloración en el sector. En contraste, las acciones de Iberdrola se cotizan con una prima del 40 por ciento.

RWE muestra con su nuevo rumbo que sigue teniendo en cuenta el interés de los inversores. Al reducir las inversiones verdes, la empresa señala que, por ahora, actuará con más cautela en ciertos proyectos en Europa, como el mercado del hidrógeno y los proyectos eólicos marinos en Estados Unidos.

Con una recompra de acciones que equivale aproximadamente al seis por ciento de la capitalización de mercado actual, RWE envía un mensaje claro: aunque continúa con su estrategia en el ámbito de las energías renovables, no sacrificará los rendimientos del capital de los inversores.