La economía de China sigue afectada por la crisis persistente en el mercado inmobiliario. En este contexto, Ni Hong, el ministro chino competente en materia de Vivienda y Desarrollo Rural, ha anunciado medidas claras para las empresas insolventes. Durante una conferencia de prensa con ministros de otros departamentos, que tuvo lugar al margen del Congreso del Pueblo, Ni Hong declaró el sábado que las empresas que no pueden manejar su insolvencia deberían declararse en bancarrota y reorganizarse. Además, enfatizó que cualquier comportamiento que perjudique los intereses del público será investigado y castigado de acuerdo con la ley.

El endurecimiento del tono hacia los promotores inmobiliarios afectados se da en medio de la crisis inmobiliaria persistente en China. Algunos acreedores ya han iniciado procedimientos judiciales contra promotores como China Evergrande. El desarrollador con la mayor deuda del mundo, con una cantidad adeudada que supera los 300 mil millones de dólares estadounidenses, se encuentra al borde de la liquidación. El pasado otoño, las autoridades iniciaron investigaciones contra el jefe de la empresa del conglomerado del sur de China, pero los detalles exactos de las acusaciones no se han dado a conocer. Otro gran conglomerado, Country Garden, también se enfrenta a una posible liquidación forzosa por un tribunal en Hong Kong, donde la empresa está cotizada en bolsa.

El sector inmobiliario representa aproximadamente una quinta parte del rendimiento económico de China. Sin embargo, debido al descenso de los precios y la demanda en el mercado, las empresas tienen dificultades para atender a sus acreedores o completar proyectos ya comprometidos, lo que también enfada a muchos compradores. El ministro Ni señaló que el gobierno ya ha tomado medidas, como la reducción de tasas de interés, para estabilizar el mercado y ayudar a las empresas afectadas. Además, se implementarán medidas para facilitar la compra de viviendas mejores para los consumidores.

Según el Ministro Ni, el mercado inmobiliario está en un proceso de cambio y la situación de oferta y demanda varía de ciudad en ciudad. Por lo tanto, el gobierno colaborará con los gobiernos locales para coordinar la financiación de proyectos de vivienda. Con estas medidas, Pekín busca estabilizar el mercado y apoyar a los promotores inmobiliarios afectados.