AstraZeneca detuvo abruptamente los planes para una fábrica de vacunas de £450 millones en el Reino Unido y rechazó una oferta del gobierno de casi £80 millones en apoyo estatal. La compañía farmacéutica británica anunció su decisión el miércoles, solo unas horas después de que la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, calificara a la empresa como "una de las grandes compañías del Reino Unido" en un discurso.
AstraZeneca kritisierte in den Verhandlungen mit der Regierung auch andere Rahmenbedingungen im britischen Gesundheitswesen, darunter die Ablehnung seines Brustkrebsmedikaments Enhertu durch den NHS sowie die Preisregulierung für Medikamente, sagten mit den Gesprächen vertraute Personen.
El gobierno laborista había revisado la oferta de financiamiento original del gobierno conservador anterior y la redujo en el verano de 2024 de £90 millones a £40 millones. Después de nuevas negociaciones, ofreció este mes £78 millones. AstraZeneca justificó la retirada con varios factores, incluida la "reducción de la oferta final en comparación con el compromiso anterior del gobierno".
La decisión representa un revés para el primer ministro Keir Starmer, que quiere posicionar a Gran Bretaña como un lugar favorable para la inversión. Aunque su gobierno cumplió su promesa de no aumentar el impuesto de sociedades, un incremento de £25 mil millones anuales en las cotizaciones sociales supone una carga adicional para las empresas.
La industria farmacéutica está cada vez más insatisfecha con las condiciones económicas en el Reino Unido. Un alto representante del sector describió el entorno empresarial para las compañías farmacéuticas como "tóxico" y uno de los peores del mundo occidental. En cambio, la empresa está invirtiendo más en EE.UU., Singapur y Canadá. Solo para el mercado estadounidense, AstraZeneca anunció recientemente inversiones de $3,5 mil millones.
La decisión del NHS contra Enhertu, el primer rechazo de un medicamento para el cáncer de mama por el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) en más de seis años, ha aumentado aún más las tensiones. Al mismo tiempo, un inesperado aumento del llamado impuesto de devolución en las ventas de medicamentos está causando descontento en la industria. Las empresas farmacéuticas deben devolver en 2024 casi el 23 por ciento de sus ingresos en el Reino Unido al gobierno, mucho más que el 15 por ciento esperado.
Die Opposition nutzte die Absage der Impfstofffabrik für scharfe Kritik an Labour. Der konservative Wirtschaftsminister Andrew Griffiths kommentierte: „Es gibt keinen Impfstoff gegen Inkompetenz.“