Merck ha suspendido temporalmente la entrega de su lucrativa vacuna contra el VPH Gardasil a China para ayudar a un socio de distribución local clave a reducir el exceso de inventario. La decisión golpeó duramente a la compañía farmacéutica: las acciones cayeron más del 11 por ciento, la mayor caída desde 2008.

Para el año fiscal 2025, Merck prevé ingresos entre 64,1 y 65,6 mil millones de dólares, un nivel casi sin cambios respecto al año anterior y por debajo de las expectativas del mercado de 67,3 mil millones de dólares. Además, la previsión para el beneficio por acción decepcionó con 8,88 a 9,03 dólares - los analistas esperaban 9,19 dólares.

Gardasil, que se utiliza para prevenir infecciones por VPH y cáncer de cuello uterino, es el segundo producto más importante en el portafolio del gigante farmacéutico estadounidense después del medicamento contra el cáncer Keytruda. Merck enfatizó que la decisión no genera dudas sobre el desarrollo a largo plazo del mercado de la vacuna. La pausa en el suministro debería durar al menos hasta mediados del año.

La incertidumbre en torno al negocio de Gardasil ya ha afectado a la cotización de Merck desde el verano pasado, cuando una inesperada caída en las ventas de la vacuna desencadenó la primera venta masiva de acciones. A esto se suma un inicio de ventas más lento de lo esperado del medicamento para la hipertensión arterial Winrevair, que tras la adquisición de 11,5 mil millones de dólares en 2021 debería haberse establecido como un producto de crecimiento. En 2024, el medicamento generó menos de 420 millones de dólares.

Merck está bajo una presión creciente para abrir nuevas fuentes de ingresos, ya que la protección por patente de Keytruda, el medicamento más importante de la empresa con una facturación anual de 29,4 mil millones de dólares, expirará a finales de la década.

El competidor Pfizer también presentó cifras el martes. La empresa reportó para 2024 una facturación de 63,6 mil millones de dólares y confirmó su pronóstico para 2025 de 61 a 64 mil millones de dólares.

El futuro de la industria farmacéutica podría no decidirse solo por las cifras de negocio, sino también por la política: En Washington se avecina una votación decisiva del Senado sobre el nombramiento del crítico de vacunas Robert F. Kennedy Jr. como Secretario de Salud de EE.UU. Kennedy ha estado bajo una inmensa presión en las últimas semanas, en parte debido a su participación anterior en una demanda contra Gardasil, de la cual se ha distanciado.