El número de ETF activos en EE. UU. ha superado por primera vez al de los pasivos. Según datos de Bloomberg y Morningstar, en los primeros seis meses del año se lanzaron 476 ETF activos en Europa y EE. UU., casi tantos como en todo el año 2024. En comparación, en el mismo período, solo se lanzaron 234 ETF pasivos. Esto evidencia un cambio significativo en una industria que durante mucho tiempo ha representado inversiones económicas basadas en índices.
La mayor parte de los aproximadamente 17 billones de dólares en activos de ETF a nivel mundial todavía está en productos pasivos con 13 billones. Pero los ETF activos están creciendo más rápido: desde finales de 2023, han más que duplicado sus activos gestionados a 1,2 billones de dólares, mientras que los fondos pasivos solo aumentaron un 39 por ciento.
Grandes gestores de activos como BlackRock, JPMorgan Asset Management, pero también Jupiter y Lazard, están reaccionando a esta tendencia. Aviva Investors también está considerando ingresar al mercado. En particular, en los EE. UU., los ETFs activos juegan un papel cada vez más importante en las llamadas Carteras Modelo: estrategias de inversión estandarizadas de bancos y asesores.
2025 será el año de los ETFs activos", pronostica Travis Spence, jefe global de ETFs en JPMorgan. En un plazo de cinco años, según su expectativa, el patrimonio gestionado podría alcanzar los seis billones de dólares, impulsado principalmente por estrategias de bonos y altos rendimientos.
Los ETFs activos se diferencian de los fondos clásicos activos. Muchos se basan en las llamadas estrategias de buffer o covered call, que pretenden mitigar los riesgos del mercado a través de derivados. Otros intentan lograr un ligero valor añadido anual mediante pequeñas desviaciones del índice.
Estos «shy active ETFs» cuestan en promedio un 0,26 por ciento al año en Europa, apenas más que los productos pasivos con un 0,2 por ciento. Los fondos activos, en cambio, exigen en promedio un 0,93 por ciento, según Morningstar.
Fidelity lanzará en el futuro más ETFs con mayor riesgo, incluidos los "ETFs de renta variable mejorados con investigación" que se desvían más intencionadamente del índice. "Estamos examinando estrategias con mayor convicción y más potencial de alfa", dice Alastair Baillie Strong, jefe de ETFs en Fidelity International.
También los cambios regulatorios podrían revitalizar el mercado. Luxemburgo e Irlanda permiten desde hace poco ETFs semitransparentes que no tienen que publicar sus carteras diariamente. Esto los hace más atractivos para estrategias con títulos menos líquidos.
Sin embargo, en EE.UU. estos vehículos no han convencido hasta ahora. "No vemos una demanda significativa ni de parte de los inversores ni de los proveedores", dice Spence de JPMorgan.
La tendencia también está impulsada por la creciente importancia de los neo-brokers. Plataformas como Trade Republic o Scalable ofrecen a los jóvenes inversores principalmente acciones y ETFs, pero no fondos clásicos. Los planes de ahorro mensuales son especialmente demandados allí.
„Das verwaltete Vermögen ist zwar noch klein, aber die Anzahl der Anleger sehr groß. Über fünf bis zehn Jahre werden daraus erhebliche Zuflüsse für ETFs entstehen“, so Baillie Strong.