Saudi Aramco aseguró cinco mil millones de dólares en capital nuevo el lunes a través de una emisión de bonos en Londres, una clara señal de que la compañía petrolera más grande del mundo quiere estar preparada para una fase de precios más bajos del crudo. Los tres tramos, con cupones entre el 4,75 % y el 6,375 %, fueron muy demandados y se encuentran entre las mayores emisiones en el mercado de bonos de Londres este año.

La colocación se suma a una serie de actividades del mercado de capitales saudí: en enero, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita ya había recaudado cuatro mil millones de dólares. Según el CFO Ziad Al-Murshed, Aramco podría pronto volver a captar capital; un prospecto para bonos islámicos está disponible desde la semana pasada.

El momento no es casualidad. El precio del Brent ha caído de 82 a 62 dólares por barril desde enero. Esto no solo reduce los flujos operativos, sino también la capacidad de distribución. Según Aramco, los dividendos, que son de importancia fiscal central, especialmente para el gobierno saudí, podrían reducirse hasta en un tercio.

Aunque Aramco obtuvo un beneficio neto de 106.000 millones de dólares en 2023 y opera con un endeudamiento comparativamente bajo, el llamado ratio de apalancamiento está aumentando. A 31 de marzo, estaba en 5,3 por ciento, en comparación con el 4,5 por ciento a finales de 2023. El balance se está cargando progresivamente más porque Aramco –como se anunció– está optimizando activamente su estructura de capital.

No obstante, el CEO Amin Nasser señaló en la última conferencia de analistas una demanda estable y enfatizó que las reservas globales de crudo han alcanzado actualmente un mínimo de cinco años. Con la expansión de la producción decidida por la OPEP en mayo, Aramco podría producir diariamente 200.000 barriles más, lo que a un precio de 60 dólares por barril equivale a un flujo de caja adicional de alrededor de 1.900 millones de dólares.

Sin embargo, no solo Aramco está considerando ajustes. La semana pasada, el ministro de Finanzas de Arabia Saudita, Mohammed al-Jadaan, anunció una revisión de la política de gasto nacional. En una entrevista con el Financial Times, sugirió que los megaproyectos actuales se examinarían en cuanto a cronograma, priorización e impacto macroeconómico.