Cinco mil millones de euros para la industria armamentística de Ucrania: esa es la promesa central que el canciller federal Friedrich Merz hizo el miércoles en Berlín al presidente Volodímir Zelenski. Los fondos se destinan a la producción local de armas de largo alcance, cuyos primeros sistemas, según el Ministerio de Defensa, "deberían estar operativos en las próximas semanas". Paralelamente, Alemania incrementará el suministro de componentes y la artillería urgentemente necesaria.

Con su declaración de que para los contraataques ucranianos contra territorio ruso "no hay límite de alcance", Merz establece una línea clara contra Moscú y se posiciona de manera mucho más ofensiva que su predecesor Olaf Scholz. Scholz había excluido siempre el uso de misiles de crucero Taurus, Merz, sin embargo, aunque evitó un compromiso directo, dejó entrever su aprobación. La información sobre tipos específicos de armas permanece confidencial.

La respuesta de Rusia no se hizo esperar: solo una hora después de la conferencia de prensa de Merz, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las declaraciones sobre el paquete de armas alemán como una "provocación" y un "obstáculo para las negociaciones de paz". Mientras tanto, el presidente ucraniano promovía una movilización más amplia de recursos occidentales: su país necesita 30 mil millones de dólares antes de fin de año para expandir masivamente sus capacidades de producción.

Die Bundesregierung liefert nicht zum ersten Mal. El paquete de ayuda es parte de los fondos ya aprobados por el Bundestag y subraya el papel de Alemania como el segundo mayor apoyo militar a Ucrania después de EE.UU. Merz quiere consolidar la colaboración con Kiev y volvió a pedir conversaciones directas con el Kremlin, "en el Vaticano, en Ginebra o en un tercer lugar".

El nuevo tono desde Berlín indica un cambio de época en la política alemana hacia Ucrania. Merz adopta una postura más decidida, asume riesgos diplomáticos y se distancia claramente de las anteriores reticencias de Scholz, también en lo que respecta a Nord Stream 2: "Haremos todo lo posible para que este gasoducto no vuelva a ponerse en marcha".