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Tribunal estadounidense socava la estrategia arancelaria de Trump: se determina infracción legal
Ein US-Gericht erklärt Trumps Importzölle für rechtswidrig – das Herzstück seiner Handelspolitik wankt.
Con un golpe judicial, el Tribunal de Comercio Internacional de EE. UU. ha declarado ilegales grandes partes de la política arancelaria de Donald Trump, sacudiendo así pilares centrales de su agenda económica. Los jueces determinaron unánimemente que el gobierno había aplicado ilegalmente la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) de 1977 al introducir los llamados aranceles del "Día de la Liberación" a docenas de países. La consecuencia: los aranceles de importación de hasta el 30 por ciento sobre productos de China, México y Canadá podrían caer en pocos días.
La reacción de la Casa Blanca no se hizo esperar: se anunció de inmediato que se presentaría una apelación. Sin embargo, el revés legal es significativo. El tribunal deja claro que los aranceles no deben usarse como herramienta de presión en negociaciones, un principio que Trump habría violado sistemáticamente. Jennifer Hillman, ex jueza de la OMC, habló de una "decisión muy importante" que muestra límites fundamentales del poder presidencial.
El trasfondo de la decisión son dos procedimientos paralelos: presentados por un grupo de interés conservador, así como por estados gobernados por demócratas, ambos argumentaron que los aranceles generales sin una emergencia real rompían la base legal. Los jueces les dieron la razón. Con ello, también están en juego ingresos arancelarios de miles de millones, con los que Trump quería contrarrestar su "One big, beautiful bill" en el Congreso.
Especialmente problemático para la administración: El IEEPA fue el arma más poderosa de Trump en el conflicto comercial global, y precisamente esta autoridad le ha sido ahora en gran parte retirada. Aunque todavía tiene posibilidades de intervención puntuales, como a través de medidas sectoriales en acero o aluminio, el alcance legal del enfoque anterior se ha perdido. "Si acatan el fallo, este juguete ha sido retirado del cajón", comentó el experto en comercio Dmitry Grozoubinski.
Las consecuencias económicas son inmediatamente palpables. Los mercados reaccionaron con alivio: los futuros estadounidenses aumentaron, los rendimientos subieron, los mercados bursátiles asiáticos cerraron al alza. También los bancos centrales podrían respirar aliviados: la incertidumbre sobre posibles escaladas en el conflicto comercial había restringido considerablemente los márgenes de maniobra monetaria últimamente.
Aún no está claro cuándo y cómo se implementará la sentencia. El tribunal otorgó al gobierno diez días para crear los requisitos técnicos para la eliminación de los aranceles. Paralelamente, se está intentando frenar el efecto de la sentencia mediante una apelación. En la práctica, prevalece sobre todo una cosa: incertidumbre.
Esta incertidumbre afecta especialmente a los importadores. Contenedores desde China, ya en camino a puertos estadounidenses, podrían caer bajo regímenes aduaneros completamente diferentes dependiendo del momento. Logísticos como Freight Right Global Logistics enfrentan un caos de consultas de clientes, cálculos arancelarios y preguntas sobre reembolsos. "Actualmente no sabemos ni siquiera qué aranceles son aplicables", explicó el CEO Robert Khachatryan.
Auch geopolitisch setzt das Urteil Signale. Staaten wie China, die EU, Japan und Indien, die in zähen Verhandlungen mit Washington stehen, wittern neue Chancen. Warum einem Deal zustimmen, wenn die Zölle ohnehin fallen? Der angedeutete 10-Prozent-Tarif auf UK-Waren, kürzlich Teil eines angekündigten Abkommens, dürfte bereits obsolet sein.
Mientras el gobierno descarta la decisión como una interferencia de "jueces no elegidos", tiene poco margen de maniobra. El mensaje político es claro: Los presidentes no deben dar forma a la política comercial por decreto. Para Trump, esto representa un duro revés: estratégico, jurídico y fiscal.