Tesla entregó 384.122 vehículos a nivel mundial en el segundo trimestre de 2025, una disminución del 13 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. Los analistas habían pronosticado un promedio de 389.000 unidades. Con ello, el fabricante estadounidense de automóviles eléctricos registra la segunda caída consecutiva en las ventas, aunque se observa una ligera recuperación en comparación con el débil primer trimestre, cuando se vendieron solo 336.681 vehículos.
En particular en Europa, el negocio está paralizado: Según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), las nuevas matriculaciones de Tesla en mayo cayeron un 28 por ciento en comparación con el año anterior. También en el Reino Unido, las cifras disminuyeron considerablemente. Al mismo tiempo, el competidor chino BYD pudo aumentar sus entregas en un 42 por ciento a 606.993 vehículos en el mismo período.
Los analistas señalan una combinación de desafíos estructurales y problemas caseros. Además de la creciente competencia de modelos más económicos de BYD, Renault y Stellantis, especialmente la postura política del CEO Elon Musk causa irritación. Sus escapadas, más recientemente la ruptura con el ex presidente Trump, así como el plan de fundar su propio partido, perjudican la imagen de la marca, según Andres Sheppard de Cantor Fitzgerald. El presidente de EE. UU. amenazó abiertamente con recortes de subsidios y una "revisión" del estatus de residencia de Musk.
No obstante, los inversores reaccionaron con optimismo moderado: el miércoles, la acción de Tesla subió un 4%, aunque desde principios de año ha caído aproximadamente un 22%. El analista Jed Dorsheimer de William Blair advirtió: "Cualquier distracción política es un riesgo, especialmente ahora que se avecina el lanzamiento de los robotaxis.
Tesla presentó recientemente una versión revisada de su vehículo más vendido, el Model Y. El modelo impulsó las ventas en junio en España y Noruega. Al mismo tiempo, Musk anunció la introducción de un servicio de robotaxi autónomo en Austin. Actualmente, la operación de prueba sigue siendo limitada y se lleva a cabo con un empleado de Tesla en el asiento del pasajero. Sin embargo, Musk promete 1,000 vehículos "en pocos meses", así como una expansión a metrópolis como San Francisco y Los Ángeles.
Mientras tanto, hay primeros signos de estabilización procedentes de China. En junio, las cifras mostraron una ligera recuperación de las ventas de Tesla. Sin embargo, el analista de Wedbush, Daniel Ives, ve a la empresa en curso: "Si Musk se concentra en las operaciones, Tesla puede volver al crecimiento en la segunda mitad del año.
Ob este cambio de tendencia tiene éxito, se verá el 23 de julio, cuando Tesla publique sus resultados trimestrales completos. Hasta entonces, queda abierto si la visión o la volatilidad marcan el ritmo.