El fabricante chino de vehículos eléctricos BYD superó por primera vez en 2023 la marca de 100 mil millones de dólares en ingresos, consolidándose como una fuerza dominante en el mercado automotriz más grande del mundo. La empresa de Shenzhen reportó un aumento en los ingresos del 29 por ciento a 777 mil millones de renminbi (alrededor de 107 mil millones de dólares), superando las expectativas del mercado y logrando al mismo tiempo un aumento del 34 por ciento en las ganancias a 40 mil millones de renminbi.
A diferencia de su rival estadounidense Tesla, que se centra exclusivamente en vehículos totalmente eléctricos, BYD se beneficia del renovado interés de los consumidores chinos en los híbridos enchufables. Los analistas ven en esto una ventaja competitiva crucial, ya que BYD puede responder con mayor flexibilidad a las tendencias del mercado. "Fabricantes líderes como BYD se han alejado de una campaña de precios impulsada por el volumen y se centran cada vez más en el mantenimiento de modelos con mayores márgenes y en mejoras tecnológicas", dijo Serena Shen de S&P Global Mobility.
La reacción del mercado fue especialmente fuerte ante el anuncio de una nueva tecnología de carga rápida. El fundador Wang Chuanfu presentó la semana pasada un sistema que permitiría cargar completamente coches eléctricos en cinco minutos. Como resultado, la acción alcanzó un récord histórico y está un 91 por ciento arriba en comparación con el año anterior. El lunes cerró en Hong Kong un 3 por ciento más alta a 403,40 dólares hongkoneses.
BYD ha acelerado además su estrategia de expansión fuera de China. En 2023, la corporación vendió más de 400.000 vehículos en el extranjero, una décima parte de su total de ventas de más de 4 millones de unidades. El mes pasado, BYD aseguró alrededor de 6 mil millones de dólares estadounidenses para financiar su crecimiento internacional y abrió nuevas instalaciones de producción en Tailandia y Uzbekistán el año pasado. En los dos primeros meses de este año, el 16 por ciento de todas las exportaciones de automóviles de China correspondieron a BYD.
Con una amplia cartera de soluciones de tecnología limpia, desde baterías de iones de litio hasta módulos solares y sistemas de almacenamiento de energía, BYD se considera el buque insignia de la industria tecnológica china. Sin embargo, este papel también provoca tensiones geopolíticas: la UE ha impuesto aranceles antidumping a los coches eléctricos de China debido a posibles distorsiones del mercado causadas por subsidios chinos.
Además, los proyectos de expansión internacional están siendo revisados. En Brasil, la construcción de una planta fue detenida en diciembre después de que las autoridades locales se quejaran de condiciones laborales inhumanas. BYD se separó posteriormente de un subcontratista chino y declaró que no tolera ninguna violación de leyes o derechos fundamentales.